Tienes la estatura de tu alma,
cuando te vas, la espera se alarga
vas en vuelos sobre los escalones
de mi carne,
Se ensancha mi boca con tu nombre.
mirándote y te conviertes en la sombra
que expresas frente al aire.
Y enciendes todo aquello que encendía
mi antigua sonrisa radiante,
me voy por las aceras, con la sonrisa puesta
_ Sin saber_ consolando la tristeza del triste
ahogando la mía en las aristas de mi frente.
el debe, el haber, el almanaque,
los signos de tu lenguaje,
la luz repentina que desdoblan las esquinas
y en la tarde te recibo, contable, silencioso,
un día, mañana y otro.
es todo un reto, un saludo, un mandamiento,
sin perder la cordura, la paciencia y la postura
voy leyendo lo que solo es escritura.
al retorno, al horario,
y tarde, tarde, al deseo tenaz e inalcanzable,
con la espina dorsal temblando entre chasquidos
y descalza por la alfombra donde piso.
atrás y donde estamos,
ya dejo caer los racimos, sueltos como ovillo
entre los dedos, de acuerdo y en completo
desacuerdo y camino con el paso rotundo y
bien dispuesto.
incordio del de fuera y del dentro,
atravesando el mar de pensamientos
aunque duela y tenga sueño, así son las cosas,
lo demás es todo cuento.
A pisar por la tierra, por los suelos por los vientos,
aún siendo, el hazmerreír de los luceros,
cuando afirmo que eres olvido y no te quiero..
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Huellas.