Te Busqué.

Te busqué en los rincones donde el amor hace cabriolas con la vida y la esperanza.

Tuve miedo al pavor que la verdad confiere a los besos guardados y a las corrientes de luna cambiante que soportan noches de “ no me olvides” y de mezclas de sueños y realidades en combinaciones imposibles cargadas de insomnios burlando a la noche.

Y fueron mis poemas hechos para recordar los exclusivos momentos en que solo fuiste mió.

No quiero que solo sea sueño e ilusión, y millones de sonrisas que broten de mi fe.

Quiero que sean tus manos como notas de guitarra recorriendo con tus letras el sentido de mi piel y en cada concierto recites y te sienta amanecer.

No quiero que se pare el tiempo entre los pasos de estar contigo sin miradas, ni tactos ni testigos.

Acaricié la luna con el vaho de mis suspiros convirtiéndose en sombras escondidas en el viento, así tus manos para prolongar las mías, usé tus labios para confundir los míos, miré a tus ojos para retomar miradas y beber amaneceres, pero la noche se ha quedado sin palabras radiante de vacío que no habla, abrazada por las manos de la distancia que están a punto de acariciar la luna antes de desaparecer en la negrura y crecerle una joroba de pesares.

No quiero herir al tiempo con golpes de corazón, con cada sístole, con cada coito de ternuras desmelenadas en la noche, como tampoco quiero reconocer el cómputo de silencios y de entregas a cuenta en la voracidad de unos labios de tierra abierta, quiero estar muy cerca.