y yo como las hojas caigo de rama en rama
hasta llegar a la morada de mi cuartilla.
Aquí en mi pliego,
mi verso es como la llave
que abre las sensaciones,
un sentimiento sale
algo pasa volando y las
manos quedan temblando.
ante una flor, como me gustaría
hacer florecer en un poema,
la fragancia exacta de la rosa,
y hacer vivir todas las cosas
bajo la luz del sol.
Dejarlas caer de ojo en ojo
de voz en voz…
Pero solo alcanzo a hacerlo con la
palabra que lee Amor.
sobre el nidal desocupado
en la distancia,
lejos de mí, tu corazón… Ausente.
la dulzura y el fulgor de tu mirada,
sobre mis manos tus racimos,
en duelo de caricias y azucenas
y siento el amor, corriendo por mis venas.
me ofreces la orilla juncal de la ternura,
que no se acabe nunca esta locura,
en el zaguán dorado de mi pecho,
deja tu amor en esta noche oscura,
y desgrana sobre mi seno cincelado,
el láser de amor de tu mirada.
yo la percibo en la distancia
deshojando margaritas en mi costado,
y sin palabras, sin miedos ni reproches,
desnudar la epidermis del pecado.
No penes por ello,
ResponderEliminarsiempre serán tus versos
algo mas
que la fragancia exacta de la rosa.
Algo así son
como bálsamo permanente
para el corazón distante,
que no ausente.
Mis felicitaciones.
Que belleza flotar descendente descubriendo ese otoño primaveral entre el frondoso de tus metaforas y el arte cuidado de tus letras...
ResponderEliminarCarlosG.
Si, es bello lo que escribes, tu sensibilidad cautiva.
ResponderEliminarPaso a leerte.
Marga.
Muy bueno y hermoso,un placer pasarse por aquí.
ResponderEliminarRamón.