En Los SurcoS de Mi Memoria.

Estás en los surcos de mi memoria, por defecto, por imposición, cuando estoy sola, cuando la presión es tan densa que puedo hacerla masa entre mis dedos, tu esencia me alivia y soy una raya de inquieta luz que se difumina en tu ser, que chispea, que crece y se dilata en una ardiente explosión de claridad, allí donde te encuentras estoy yo, aún sin estar, sintiendo como me meto en tu pecho sin apenas alarmarte, en el cerco medio de tus ojos, en el dedo corazón de tus manos de poeta, si tu guitarra suena, cuando tu pc despierta, cuando tu mente sueña, cuando tu cuerpo vibra y tus manos crean sentimientos , allí estoy yo, notarás que tu alma se ensancha, me sentirás en las paredes de tu estancia, y mi sombra plateada vestida de vaqueros se enmarcará junto a tu ventana, en el fulgor de tu lámpara, haré cambiar de forma los objetos, estaré en los misteriosos caminos de tu vigilia, de tus escapadas, seré la luz que entra en tu alma por tus ojos y al mirarme sentirás el rastro de cuando cruza el cielo un meteoro.

Y llego hasta tu cama, me hago un resquicio cogida a tu espalda, mientras duermes tranquilo, para protegerte en tus batallas.

Y mientras duermes me agarras la falda hasta sentirla arrugada y sentir todo el calor de la noche y todas las sonrisas de la mañana.

Hoy siento nostalgia de ti, allí amor donde no llegan las palabras, en ese espacio en el que no se habla pero se habita, me he quedado dormida, mientras la luna me rozaba, sentí tu beso, tu presencia, tu arrope y un olor, una música, un sabor dulce de caña, has acariciado mi espalda, y me has robado la sonrisa que contigo soñaba, cuando despierte le pediré al viento del sueño, que haga eterno ese instante mientras desatas mi falda..

Una gota de mi sudor le ha dicho a tu piel, guárdame en tu corazón para siempre, y tu piel al abrir sus poros suspiró y la dejó caer.

Vivo en este pequeño mundo mío, y me asusta perder hasta una partecita de lo más mínimo, levántame a tu mundo y dame la libertad que consiste en darlo todo alegremente, aunque me asuste ser esa florecilla que quiso seguir el vuelo de la mariposa y caer abatida al suelo.

¡quizás te he encontrado en el tiempo¡ dulce sabor a recuerdo deslumbraron mis destellos alojándose en mi pecho.