Añoro el aroma que provocas con tus besos
Anhelo el camino que nos une y nos separa
En el secreto apasionado de los tiempos
Anhelo el roce indeleble que despierta los latidos
De mi alma allí en mi cuerpo.
Para no decirte que me voy y luego vuelvo.
Todos los días que el tiempo
No me dejó estar contigo
Es una pena perdida
Entre tu sombra y la mía
Se burló de mí el destino.
Donde promesas y besos
En la frente me grabaste
Y al árbol que nuestros corazones
Le marcamos en su carne
El mío escrito con fuego
El tuyo escrito con sangre.
Entre mi boca y la almohada
Y hasta que las noches sean nuestras
Te escribiré estas cartas, que no pesan
Pero si hieren el alma.
para alumbrar tu mundo
y mar para besar tus playas
pero soy solo
esperanza y consuelo
nunca jamás seré Nada.
Con la sangre de esta pluma
A golpes desvariados de ternura
Que abren el corazón….
Que hasta ese instante no medido
Te diré –hola-porque ya jamás
Habrá un adiós.
añoro tu perfume que nunca olí. tu aroma que imagino llenando mis pulmones...añoro el calor de tu abrazo que nunca tuve...tu boca que no mojó mi boca. Añoro tu largo pelo enredándose en mis dedos. Añoro tus palabras en este silencio que me quita tu recuerdo, hoja por hoja se desnuda nuestro árbol. Añoro mi nombre por tus labios pronunciado. añoro el sabor de tu piel que dejarás en mi boca...el vino que dejarás en el vaso, la cuchara húmeda en que probaste nuestro último café.
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