Regresaron las lluvias y con ella la nostalgia,
la memoria, la distancia y el viento con tu recuerdo.
Y en el lado izquierdo de mi pecho, en un trazo quieto y profundo
te encuentro,
te sitúo, abarcando el abrazo mientras te pienso.
Porque la renuncia es contemplar las estrellas sin ojos,
me quedo sin brazos para tocar la noche, y el refugio
de la luz, serán las palabras que doblo entre mis dedos
arrugadas sin texturas y sabor, que acabaron dentro,
de la boca del amor, sabor revuelto, violento de poemas infinitos,
a manos que no pueden enlazar al unísono el filo del mundo,
sabor, sabor a azahares y romeros teñidos de rojo, sabor…
de dos exiliados del desamor que guardaron todo
para quien no supo quedarse, para los que se quitaron ,
el azúcar de los labios, y los vinos sabor a verde,
a quienes no les llovió en las manos chorros de luz
de los luceros, a los que no logran sembrar uvas,
en el cielo de la boca…
para quienes guardaron lo que nunca entregaron.
Pasas de la genialidad a la exquisitez con una facilidad pasmosa
ResponderEliminarMi enhorabuena.