Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
.

jueves, 31 de mayo de 2007

Corazón Roto.


Te lo entrego mi amor, deteriorado

cada herida hay, que no la veas.

Oquedades de vientos y mareas,

Dolores, traiciones y pecado.


Un zanja inmensa en el teclado

Espantos, entresijos, alambreras,

Marcha prófuga en las veredas,

Topetazo de quiróptero cegado.


Mi corazón te lo entrego enrojecido

de lágrima, de sangre, de gemido…

Ya no es un corazón, es una escoria.


A lo amplio y a lo vasto de este soneto

ya no queda migaja de tu apresto…

Valerosa tela que labró tu historia.

DistraiDo.



No estás atento cuando te quitas el sombrero de los halagos, ni cuando haces el nudo a la corbata de los insultos.

No estás atento cuando te calzas los zapatos de las certezas, ni cuando te enfundas en los calcetines de los engaños.

No estás atento cuando te deshaces del dios que llevas colgado en una cadena, ni cuando pierdes las escrituras que dan fe de todo lo que posees

No estás atento cuando las ideas que pululan bajo tu cuero cabelludo contradicen tus decisiones, ni le prestas atención al talismán contra el miedo que cosquillea en el bolsillo de tus pantalones.

No estás atento cuando… no, no estás atento. Y debes prestar atención a no estar atento, ya que de lo contrario tendré y tendrás de ti la imagen de un hombre distraído.

Ya no Soy.


He cerrado los ojos para volar a tu mundo, sin alas, ese otro mundo al que
ahora ya no pertenezco y con ellos cerrados he recordado tu forma de mirar

lo que te rodeaba y me vuelvo a enamorar de tus ojos y de todo lo que encerraban. Con la punta de los dedos intento alcanzar cada nube, para tumbarme en ella y no tener otra preocupación que no sea la de ser, respirar, estar, olvidando que ya no estás, sabiendo que estoy. Sé que estarás ahora acariciando otro pelo, como me acariciabas a mí el mío sobre la almohada. Mi pelo, ese pelo largo que me dejé crecer porque a ti te gustaba, ese que te contaba que soñaba despierto y despierto con la vida jugaba. Y yo me sentía parte de tu vida, Y tú hacías que yo pudiera llamar a lo mío vida. y ahora ¿que haré?

El día es oscuro, como casi noche. Sobre mi almohada tu carta, una frase, que lo decía todo en tan poco, en Nada, que salía del papel para dejarme sin tu presencia o mejor para dejarme con tu ausencia.

Reina el silencio, tu olor esparcido, impregnado por la estancia, en las sábanas, reptando por las paredes hasta llegar a mi interior es la única señal de vida que me acoge, y mis lágrimas, mientras tu carta quema mis manos que arden en llamas y llantos.

Y la carta del adiós reposando sobre estas manos que un día decidieron enlazar las tuyas y esa frase que, entumecida por la humedad de la riada de lágrimas, descansaban junto a mí.

Aún suplico un día más, antes de irte, para soñar despierto, para morir de pena, para poder tenerte.

Todavía resuenan en mis oídos los gritos que le mandaba al cielo cuando querías marcharte, y estas lágrimas fieras que de mis ojos resbalan.

Por la falta del pañuelo que negaste al desconsuelo que me araña. Y yo, ya solo quería un día más para bailar contigo, para reír contigo, un día más intenso que el de ayer, un día más prohibido que el de ayer, un día más de tu pastel, un día más para poderte beber, para abrazarte, para que me acariciaras el pelo y escribirte versos, y aunque ya no estés, todavía ando pidiendo, sin que lo sepas, un día más para llevarte a mis cuentos y que me enseñes tus sueños.

El recuerdo mata la vida, pero da otra forma de vida de la que es difícil despegarse, no es la memoria la que memoriza, sino los recuerdos los que la crean y se refugian en alguna parte de nosotros mismos… soy tu recuerdo…

Ahora soy solo unas manos, las manos, que buscaban tesoros escondidos detrás de tus gestos, en los contrafuertes del placer y el miedo, acariciando estrellas de porcelana y almíbar hasta convertirlas en fugaces designios de la locura.

Y pese a todo este dolor, el de la ausencia, el de la espera, el de la distancia, el de esta soledad que me oprime, a la herida y a la cicatriz que deja, más triste sería no haber tenido noción de ti en absoluto. Pero…

Yo ya no soy. ¿Y tú? ….

miércoles, 30 de mayo de 2007

CarTa de DesamoR


Recordando a :


Recordada : xxx

He dudado mucho en el encabezamiento. He desechado términos como querida, añorada, amiga. Me traiciono dándote gusto al emplear el verbo recordar, lo sabes, pero quiero ser coherente hasta las últimas consecuencias, ¿Qué esperabas? En el fondo no puede ser más cierto lo que le comentaba Rocinante a Babieca, que asno se es de la cuna a la mortaja, y parece que mi sino es persistir en el empeño de no olvidarte, por muy doloroso que me resulte.

Recordada Marieta. No, no ensayes ese gesto de princesa altiva agraviada, esta ocasión ya no lo merece. Si te escribo es para decirte que no hay día que no te tenga por motivo, más no como antes, ¡Qué más quisiera que no encontrarme tu imagen mil veces repetida en los lugares más insospechados¡ juro que escudriñé cada rincón de la casa en busca de fotografías que romper, hice añicos álbumes enormes, y al mismo tiempo que cercenaba tus manos( las que tantas veces exploraron la geografía física del placer de mi cuerpo), partía la sonrisa de tus labios ( los mismos que acunaron bellísimas letanías de susurros muy cerca de mi oído), que descomponía en pedazos tu cuerpo entero( en cuyo regazo me dormía tantas veces tras el goce), al mismo tiempo que abortaba futuros y dolorosos recuerdos deshilachando papeles del pasado, se agrietaba poco a poco mi corazón. Pero resulta imposible borrar tanto tiempo de nuestras vidas, siempre hay un libro empeñado en descubrir entre sus hojas alguna fotografía, siempre hay una madre solícita dispuesta a recordarte: “Mira lo que he encontrado, debió caerse tras el aparador, una foto de Marieta en carnavales”.Pobre mamá siempre tan espiritual, tan en las nubes, está convencida que aún podemos ser amigos.”No dejes que la hierba crezca en el sendero que une tu casa con la de tu amigo” aunque ya no seáis novios podréis ser amigos…….pobre mamá.

Aún te sigo buscando en el espejo y sigo maldiciendo el azogue cuando me devuelve, reflejado de mi propio rostro, algún gesto tuyo. Lo peor son las noches, no hay jabón ni detergente que acabe con el perfume que dejaste entre mis sábanas. Y el tomillo que germinó en mi almohada de los rizos de tus cabellos que han aguantado sin pudrirse miríadas de lágrimas.

Si me deleito naufragando en tu recuerdo no es por masoquismo, sino porque tanto insomnio de llanto, tantas vigilias de desesperación, me enseñaron que solo lo igual combate lo igual y recreo tu desprecio para semejarlo. “No te sumas en el báratro de la esperanza… que morirías por mí … decías, ahora sé que nunca tuviste intención de hacerlo, ya me encargo yo de ir matándote poco a poco, pero antes exorcizo el sentimiento que nos unió, no lo llamo desamor porque aún me sobra el pudor y la distancia de los hechos me da la objetividad necesaria para saber que del amor pasé casi a la nada tras un interminable rosario de días, de semanas, de meses de desasosiego. Esos vocablos, tan pagada de tu licenciatura, rebuscados ¿poéticos?, afectados, que afeaban tus cartas y que yo después releía para descabalar tu imagen idealizada, grabada a golpe de besos y caricias en mi alma, y no interpretes esto como una licencia poética, bastante tuve con las tuyas.

Es cierto que de amor nadie se muere, ni se cura, pero puedes reírte si te digo que tus cartas de tan gélidas las tuve que descongelar antes para someterlas al escarnio de las llamas, tus cartas, se marcharon hechas pedacitos al lugar que más le convenía, luego tuvo que tragarse el desagüe de la ducha los aluviones de mis lágrimas.

Recordada Marieta, estas serán las últimas letras ( en injusta correspondencia a tus postales navideñas y felicitaciones de onomásticas ) que me tendrás que leer y lo digo para que conozcas el sabor de la derrota que no de la venganza.

Me despido con la sonrisa puesta, porque ahora me doy cuenta quien ha salido perdiendo en esta historia, me río y alguna lágrima furtiva me vidria la mirada, señal de que en el fondo te sigo queriendo y me duele claro que me duele, pero desde ahora, veré que no la hierba, sino la jungla inextricable comienza a crecer en el sendero que durante años nos unió.

Rió y lloro como cuando llueve y hace sol, como renacido de nuevo para la alegría.

¿podré conseguirlo?

Ese que soy yo.


De Uno Otra.


Me MiraS.


Te pierdes en mis ojos

como en el ancho mar;

ojalá y nunca

sepas navegar.

Acampas en ellos

intensos como dunas;

y caen compasivas

sobre tí las lunas.

Allí te pierdes

como un peregrino;

quiera Dios que nadie

te vuelva al camino.

Vagando sin rumbo

Extraviado en mí,

no sepas tú nunca

regresar a tí.

Y me miras en silencio

luchando por hacer

un hondo hueco, como queriendo

que en tu mirada y la mía,

se escondan grandes secretos.

Eres mi mar

Yo soy tu cielo

Unidos somos el horizonte

Línea rota por amor.

Mírame, sigue mirándome

con tus ojitos,

con tus ojitos linsojeros

Dime lo que sientes

Y sabrás lo que te quiero.

Pero EscarbaS.



No cruzas la puerta de mi casa

pero escarbas entre los restos

de cenizas y de brasas

que aún pululan por mi alma.


Avivando aún el hervidero

de rojo y verde de esperanza,

me arrasas como ráfaga

de ascuas _colmando así_

la fragua desesperada

de mi nostalgia _ebria y taciturna_

de resacas.


Me pierdo en tu boca como peregrina,

me mojan los zumos que sobre mí, dejan las lunas,

¡Que alivio si siento tus caricias de agua¡

surcando los cauces de mis lágrimas

si te pienso…

sintiendo la dulzura del sueño

sobre mi lecho desierto.


Cada mañana abro

la puerta y las ventanas,

se derrama la gran marea

contenida de tu falta.

Como el borde de una playa

a mi llegan sus olas,

entonces… yo espero

y ellas callan… mientras de nuevo,

tu falta invade toda la casa,

como marea solitaria

que todo lo desbarata.


Despiadada avanza

ya tu ausencia,

escribo desgarrada mi tristeza

en la pared del alba.

Mañana esperaré de nuevo

tu falta, por más que el cielo,

reviente en lluvia grana

y se mezcle con mis lágrimas.


Volviendo
a ser poema sin palabras,

Que busca enardecido tus entrañas

sobre el tálamo azul de la distancia,

con la que irremediable, se me escapa el alma.

¡Y eso, Cada Mañana¡

Tus gritos y mis gritos aullando al alba.

martes, 29 de mayo de 2007

No es Nada Nuestro.


No es nada nuestro, somos inquilinos que cruzan deprisa el cauce de la esperanza, dueños de nada, ni un solo momento de la gracia, con las manos vacías cruzando auroras y atardeceres, bien pareciera que no se encuentra aquí nuestra casa.

Quien sabe donde lo tuyo, lo mío, lo nuestro aguarda., no somos dueños de lo que nos acompaña, lunas, mares, astros fuego, aguas…

¿Tendremos eso en ese lugar al que nos mandan para poder rescatarlas?

¿Quién nos engaña?

Todo es prestado, temporal hasta lo que nos regalan, la ilusión de levantarnos cada mañana, la inacabable respuesta, el sí y el no de las madrugadas de todos esos días que nos libramos de las amarras, de la luz y la oscuridad del alma, de nadie la boqueada azul del cielo y el agua, las miradas tranquilas del árbol donde tatuamos el primer nombre del amor, el silencio y la boca desmesurada de las palabras, no es nada nuestro y sin embargo, todo nos ata, cuando lloramos por pérdidas y por faltas y aún así recibimos el sol cada mañana como si la luz fuera tan nuestra cuando nos acompaña en las entrañas.

Decimos mío, tuyo, nuestro… las hojas crecen bajo nuestra mirada, y sabemos que no estaremos para contarlas, la vida se hace promesa para cortarlas.

Canta el alma en las brisas de las eras, nosotros hoy, mañana serán otros los que lo hagan, otros que vengan y digan, mi mundo, mi cielo, mi tierra, mi casa… las mismas cosas, los mismos miedos, las misma esperanzas y grabadas en el tiempo las mismas palabras, ¡ qué de secretos, cuantas cosas desperdigadas¡ ¿o están ordenadas como si de un ciclo se tratara?

Todo lo que se rompe y se pierde, y esa esperanza que vino para guardarla y que pensamos que siempre nos acompaña, y que me olvidé de su sitio y de su nombre ya para no volver a buscarla.

Nos llenamos de sombras espesas y de huecos enormes con ecos y huellas que dejaron los vivos y los muertos, los poemas perdidos, lo que apenas dijimos en una vida echada de bruces en la nada, como un beso perdido que visto del revés, sea una lágrima. Nos lo dan todo y nos dieron nada.

PenSando en Tí



(Noche de mayo)

La noche me mira absorta

abre su inmensa retina

devorando el paisaje

las flores del sonido

son decapitadas y mueren

y el eco de tu silencio

es una bestia liberada

que con sus garras

rompe mis entrañas

liberando los pájaros negros

de mi soledad y angustia

haciendo de mi alma herida

un nido purulento de gusanos

y un río infectado de tristeza

mana de mi corazón estigmatizado

por la ausencia de tu voz

(de alondra enamorada)

por el bandono de tus labios

(corolas de seda)

por el destierro de mi cuerpo

de la caricia de tu piel

de amazona en llamas

¡Oh mi sirena de lejanos mares!

ven con las olas del amanecer

a susrrarle la vida a mis ojos

ven con la alborada

se de mi cenit mi estrella

que aleje de mi los demonios

que vinieron con la oscuridad nocturna.

La noche me mira absorta

en mi soledad pensando en ti:

¡Amor!

José Dimitri.

sábado, 26 de mayo de 2007

Voy a BesarTe.



Me acercaré a ti como quien no quiere la cosa, después iré rozando poco a poco tu rostro con mi aliento bebiéndome el deseo a sorbos.

Te cercaré despacio en el lugar más íntimo, a media luz, que sea estrecho para que en el poco espacio sientas mi cuerpo y ahí empezarás a sentir que algo va a pasar .Me acercaré suave y amorosa, tanto que mis labios ya cercanos se te antojen los pétalos de rosa, que ya empiezas a respirar y ahí con ellos saboreándote te empezarás a emborrachar.

Inspiraré tu olor y te saborearé las líneas exteriores del contorno de tus labios, mientras mis manos repasaran tu torso dibujándolo y mi largo pelo caiga en cascada sobre tus hombros, para que te entre ese cosquilleo de mariposas en tu estomago, luego me perderé en tus ojos, y te hablaré al oído bajito pero con mucho arrojo y pegaré mi pecho al tuyo uniendo así nuestros latidos. Tu respiración al aprisionarte se empezará a agitar y la sangre en tus venas empezará a galopar, entonces ya no te podrás librar.

Pegaré mis caderas a tu cintura, mi cara cerca, muy cerca de la tuya y mis manos jugaran con tu nuca enredando mis dedos en tus cabellos, y mi vaho con tu aliento se ira sorbiendo hasta respirarnos dentro. Pero aún no ha llegado el beso.
Y seré la boca que arrastra tu boca , boca que te ha arrastrado, boca que besa tu boca y la ilumina de rayos.
Voy a volver a acariciar tus mejillas con mis dedos y bajaré a tu cuello, para volver a clavarlos en tu pecho, y desde ahí pasarán a tu vientre buscando sitios, insistentes.
Mi cuerpo pegado a tu cuerpo, mis labios rozando tus labios dejando que se acerquen ya desesperados, húmedos de esa saliva que sale sola pensando en calmar la sed, mientras te miro a los ojos, manteniéndome a solo un respiro de tu boca, mi aliento te sacudirá la piel y ya con mis labios abiertos tomaré posesión del dibujo carnoso que me está sabiendo a miel.

Te arrancaré el aire, te secaré, me estrellaré en tu boca como lo hacen las olas al llegar a la arena de una orilla a otra, te haré tocar la luna y te rociaré de pasión y de ternura, y entonces ya te besaré en la boca con murmullos suaves, lentos, morbosos, te iré marcando las comisuras, soltaré tus labios en mi boca, luego mojarlos, secarlos, sacarles el color, el sabor, medirlos, plegarlos y sentir que son míos, embriagarlos, trasladarlos, desplazarlos, saborearlos sin control, a la deriva llevarlos.
Quiero nombrar tu cuerpo, tu oscuridad, tu lumbre, el pecho que se inflama, tu savia azul, el río de tus astros.
Mis piernas abrazarán las tuyas y subirá la temperatura, entonces tus defensas disminuirán y mi beso nunca podrás olvidar.

Ya te besé… Ahora bájate de la luna.

Alguien.

La lluvia ha desatado mi pelo fuera de tu mano, pero sin remedio, algo me ha traído tu voz del otro lado del mundo, alguien que me ha querido mucho, me ha traído tus ojos, tu sonrisa, la lluvia en tus manos más suave y más limpia. Y me iba, y me pierdo entre la gente, pero alguien, tu corazón, tu testimonio, ha asomado su rostro a mi rostro y ha conseguido regresarme. Y quisiera desnudar su pensamiento aunque esté a tres mil Km. de rozar su mano, de rozar sus labios, por si una caricia se le escapa y empapa mis sentidos y cura la grieta que tengo de mi pecho en su lado izquierdo. Perderme en su paisaje de la distancia, adentrarme en el eco de su voz y en el pliegue de sus labios, hilvanarme a su memoria silenciosa, recorrer sus huesos tallados, su mirada transparente, los latidos de su pulso cuando lo pinto en ese poema que se nos niega cuando tocamos la noche. Cuando lo escribo es como entrar en su presencia, orientarme buscando el horizonte, tensar los hilos del pensamiento hasta quebrarlos, como grito en la sombra que nada se le parece. Tacto de mano, larga mirada, como si salieras de este escrito, en mi noche estrellada.

Enlazada.


Aluviones de deseos confluyen en la pasión de tus palabras y tu voz cuando las canta, es fuego que entra en mis oídos, bajan a mi garganta, visten mi piel, la va quemando y la arrasa.

Yo, con la luna en la cabeza, ya toda me despierto con mi cuerpo convencido y estar siempre contigo, temiendo que tú, como mar embravecido arrastres mis sentidos y te lleve ya sin remedio a la orilla de mi alma.

Tú coleccionista de pasiones me sacas de mi larga espera y me sacas de la calma y deshaces en tus manos cada palmo de la escarcha que asentada invadía todos mis páramos.

Y de fuego enardecido emerges como río ardiente de lava que para siempre me deja enlazada allí en tu alma.

La Mala.


Ayer estuve en el concierto de la Mala Rodríguez una cantante rapera andaluza que le da bien al hip- hop con su sello particular, en muchas ocasiones aflamencaito, tiene una voz linda y unas terminaciones que la distinguen.

En un mundo notablemente masculino, ella se abrió su hueco a golpes de talento, es lo que me encanta de las mujeres echá palantes.

Este estilo de música aunque parezca muy nuevo y moderno es muy antiguo, era la llamada música de negros ya que era en estados unidos donde los trabajadores de color inconformes rapeaban sus problemas para así intentar superarlos. Algo parecido a la tradición jamaiquina del toasting, improvisar rimas sobre secciones instrumentales de discos de reggae.

A mi me parece cultura del pueblo, protestas suavizadas por la música, cultura urbana como también lo es el graffiti, son artistas de la calle, que reflejan su arte en la música, el baile y sus letras peculiares a golpes de rimas, evoluciones, pero siempre cultura, sus letras son pensamientos de las personas llevados a un ritmo distinto pero ritmo al fin y al cabo, son llamadas de atención a la sociedad, gritos de protesta de las mujeres, y de todos los seres que poblamos las calles, pensamientos, ideas, temores, anécdotas, injusticias, chascarrillos, contados a un ritmo machacón y pegadizo que nos gusta.

Yo disfruté muchísimo, además de que iba acompañada por las personas que más quiero.

Bien por el trabajo de la mala, una mujer en el mundo del rapeo dominado por los hombres, que se ha marcado su territorio y ya no hay quien la saque.

viernes, 25 de mayo de 2007


Solo me daré cuenta de que no soy indiferente, cuando aprenda a luchar y a compartir los dolores con sonrisas, en un constante intercambio de manos que se toman en silencio, en una lucha contra el tiempo encarcelado que se vuelve cruel y mezquino en este juego nada bien disimulado, de ir prescribiendo soledades y arrumacos por detrás de mis propios egoísmos.

Estamos en la era, de profundos acontecimientos, en las que el hombre deja de ser un Dios insobornable para hacerse un Dios uniformado, mientras tanto seguiremos persiguiendo sombras, debajo de los jefes de la tribu, agachando la cabeza y la decencia, para formar parte de ese corro altanero e intachable, de las muertes inevitables para el precepto de los asentadores económico legítimo, estrellas ahora del legítimo negocio.

Que se dejen ya de tantos discursos y tantas promesas de frágiles aristas, que se alargan ya y se derriten en un martirio de estúpidas mentiras. Habrá que ordenar verdades hasta que la sangre reviente nos reviente en las venas de tantas apropiaciones indebidas de tantos gritos de falta de justicia, de tanto contrabando, será mejor que despertemos de la nada y luchar aunque sea a latigazos.

Que ya está bien de que nuestras sillas estén llenas de tahúres bienpensantes, dejemos ya el silencio, pongamos las cartas boca arriba de las partidas de muertes clandestinas donde se lavan las manos los dioses soberanos, esa sangre que sirven para negociar contratos transitorios. Que se vayan ya esas eras grises de caretas de mendigo, que no nos regalan nada, somos ricos, Huelva es nuestra, la ría es nuestra, esa es por ahora nuestra única certeza que ya está rota de ilusiones y promesas, las mentiras juegan al partido ganador con ánimo de lucro, las ganancias vienen llenas de turbios negocios que se balancean en el mercado liso del silencio y del miedo, miedos confundidos al amparo del futuro, las eras pasan y se buscan nuevos caminos, es hora de acabar con lo dañino y con los que venden hasta el miedo y violan hasta la flor y el agua, que ya estamos cansados de desaprensivos que nos obligan a creer en lo que no creemos y arrodillarnos ante el temor del desamparo, chantaje emocional , no , lo sentimos.

Queremos saber que ocurre para descifrar quienes somos, de donde venimos y a donde vamos, aspiramos a reivindicar nuestro protagonismo como pueblo, como raza, como individuos. Exigimos lucidez y honestidad amén de claridad para desentrañar las tinieblas que nos envuelven. Resulta consolador comprobar que todavía palpita la vida, que aún puede pasar algo ante esta indolencia colectiva, lo contrario sería una pasada, realmente desalentador. La ría es tuya, es mía, es NUESTRA. QUEREMOS lIMPIA NUESTRA RÍA.

!Ay AmoR Mío¡


Cada día construyo entre el vértigo de verte y el sueño de tenerte una tapia que proteja el desasosiego de mi ser, quisiera que le fueras asiendo a tu rostro el perfil de mi sonrisa y no encontrar el temor de tu semblante, quiero ser el pretexto que te acerca, suficiente pretexto y que me dijeras te quiero sin más bajo el cielo que respiro, y rompieras la distancia que inconciente te separa de mi rostro, que me regalaras una caricia aunque fuera en el tumulto de la lucha, que a solas me recuerdes cuando nadie te imagine_ ni siquiera tú_ que me dijeras “te pienso” y me regales palabras de amor.
¿Cómo defenderme de tu voz y tu mirada?
¿Acaso no percibes el amor?
Cuando recorres el trayecto de casa al trabajo, cuando callas y te viertes dentro de ti, me gustaría ser el centro de tu sol, derribar las vallas que pudieran separarnos, cuantas cosas me gustaría del tirón, enseñarte que el orgullo no tiene valor en los asuntos del corazón.
Y no me importa si enardeces los hilillos de la arrogancia sobre mi pelo si a la vez me hablas, me besas y te siento, haciéndome un molde entre tus dedos.
Quisiera que siguiera siendo loco tu amor inefable, como el verbo que nace entre la piel, que tu sueño sea tenerme y poseer eternamente el vuelo de mi falda, y yo, quisiera tener el ceño de tu frente cuando duermes, la lágrima que haces cuando callas.
No sé si el tiempo y la distancia borrarán por fin tu voz de mi garganta.
Quisiera saber si cada día te levantas en mi mirada, si terminas con palabras a tu almohada, si sientes que se ahogan tus tardes al pensar que has dejado de sentirme, sé que tus recuerdos son más fuertes, que el silencio se abre en tu mente y que el te habla al caer la tarde con mi voz y que el vacío de tus bolsillos es el adiós que aquí se nombra.
Como sé que soy tu desvelo, una gota de lágrima despertando tu cerebro, un velo tapando tu alma, una pasión, un misterio, tu franca paciencia, tu apuro en el ruedo, pero amor no me dejes luchar contra el viento y molinos en celo… tú eres el silencio en mi silencio que se acomoda y te cobija en el deshielo…
y sí, no puedo negar que maldije tus pasos ayer, hoy, pero no niego que bendije tu amor, tus labios, tus brazos y tu piel también antes y después del amor, solo pretendo ser línea de espuma en tu mar, la espuma siempre ha sido una memoria arenada de viajes en el alma, un beso enmarañado que impulse tu brisa, tu grito y mi grito en el alba, ser amanecer que se despliega, o noche embrujada tachonada de estrellas.
Ya sé como me sientes pero así me quieres, transparente, inasible, temblorosa de luces, soñadora y ardiente, tu tejido del iris, centelleo y sonrisa, hasta mi dulce llanto y mis gritos salvajes, tiránica, traviesa, fascinante, escapada y niña, absorbente, mortal como un pecado, pasajera, incitante que flota en tu mundo casi feliz y dudoso, siempre sabida en tus manos y un susurro al oído cuando ya todo duerme, claro que soy, claro que existo. Maldigo, bendigo, tropiezo sin más en la piel… solo tu recuerdo y esta cicatriz … y tanto te amo, tanto, que mis palabras mueren entre rumores de besos sin descanso.

jueves, 24 de mayo de 2007

Me DueleS.


Me dueles, empachado y harto de tristeza. Tanto, que si pudiera, volvería a morir de queja. Porque me dueles, incluso cuando ya me haya tapado la tierra.

Reflejada en mis noches, me escueces, me traspasas, me quemas…

Y, mis huesos ya no son amarillos, por ti perdieron su cubierta, Tu mirada los viró pálidos y deslavados, como las almas en pena.

¡Ah, si mis ojos estuvieran en su sitio¡ Te gastaría esa cara veleta con la que naciste, igual que lo hice en otro tiempo, sin descansar un día siquiera, ah si pudiera olvidar en el tiempo, borrar de mi memoria esos ojos que infectaban mi mirada de amor pasión y de ternura.

Y por darte capricho, cantaría a mi manera, aunque te suene a gemido, a desafino de cuerdas, el filo del rechazo me ha partido en mil pedazos y he ido pudriéndome de tu ausencia pagando con moneda de sufrimiento el error de buscar una vez más, una quimera.

Este silencio me escuece, me traspasa, me quema… ; ¡como tú hasta que no llegas.

Dejándome el labio sin dolor, la esquina fría.

Porque si no acudes, el luto me lleva, y allí donde vivía el corazón, se astilla el hueco, sin ruido pero con castigo ,acumulando el valor suficiente para decirte con toda la dignidad que poseo, que hasta en silencio te sigo queriendo.

Luna dile al viento que me disuelva en su brisa de la mañana, y así, darle paz a lo que una vez cubrió un pelo suelto donde se reflejaban sus pestañas de nácar, y sus miradas de zumo de oliva por todas mis fibras.

Dama, no seas fría ni ingrata, y libérame ahora, ahora que ya no valgo nada.

Absuélveme, si soy un lobo, ¡qué culpa tendré yo de aullarte¡

en noches de camas desvalidas, de caricias no transitadas, de ladridos llenos de desamparo, o de gemidos desangelados.

Nunca me dijiste que en tu dulzura, eras sorda, tan dura y muda.

Me viene la locura, conviertes mis noches en ardor.

Siempre ese ardor que consume mi aire, siempre en el recuerdo, siempre en mi mente, deseando no creer ni vivir por no tenerte y saber que a otro regalas tus temores.

Quizás nuestro amor fue solo mío, me ahoga imaginarlo solamente.

Te necesito amor, necesito tenerte aquí, a mi lado, aunque sea ausente, para sentir tu aire en mi almohada, sabiéndome solo, nada tengo amor, en nada creo, ya ni sonrío, Amor me lo dejaste todo, allí, clavado y sin camino.

miércoles, 23 de mayo de 2007

El VerSo Que Oprimo



El verso que oprimo lugar de tus manos y el bolígrafo que camina sobre el tiempo que no uso,

así siento tu piel y el camino de tu voz, Obsesivamente indefino, absurdo y tenaz imposible como el mar, o el albornoz plegado temblando a la humedad, del calor de una noche que solo existe en mí.

Y que a pesar de mis sueños de todos nuestros sueños, no conseguimos cambiar el mundo ni salir de nuestro caos.

Olor a espliego, músicas ajenas, ojos saciados en otros, que conmueven a una idiota a una loca intemporal que ni siquiera hoy… renuncia a su memoria.

Apunto algunos versos para hilvanar sueños a mi carne respondiéndole al tiempo con pespuntes de inmadurez y sospechas de mi yo, que ni siquiera es.

El VértiGo De Un Beso.



Nada te dará más vértigo

que bailar al son de un “Beso”,

ni siquiera la altura de un andamio

o de un trapecio.

Las heridas no producen

ese vértigo,

ni mirar a la luna tanto pasmo.

Debe ser que me ahogo y apetezco

ante las zonas blandas de tus labios,

aún siendo de bronce o de costumbres,

amorosos o paganos,

sencillos, dulces y cercanos.

Es un masticar de hierbabuena

o granos de anís que endulzan

pos si solos el cielo papilar,

masticando amor poco a poco

sintiéndolo palpitar.

Agitado aire enamorado,

asiento y nudo de dos bocas,

que hablan de esperanzas y desmayan

el aire que transita y los atrapa,

que confunde la cordura lengua a lengua,

labio a labio, en apretada soldadura.

Barullo sin ruido, volar de pájaros sin alas,

bebe, bebe del vaso de mi beso y de mi boca,

que no es lo que parece, ni es de bronce,

ni es de roca,

son labios ávidos que tiemblan buscando

otro contacto, en el nudo irremediable del abrazo.

martes, 22 de mayo de 2007

PárTeme el CorazoN.




¡ Oh mi vida ámame!

Dame un beso con pasión,

Dime al oído ¡Te quiero!

Y párteme el corazón.


Que la sangre que

De él brote,

Será un río de pasión

Y las rosas que imagino,

Para mostrarte mi amor,

Tendrán color de mi sangre,

Porque en ella se engendró.

De Nuevo me Duele El Alma



He vuelto al dique chico donde me llevaste una mañana helada, de nuevo han crecido las margaritas silvestres y las amapolas del fondo del barranco, aquellas que ardieron, y las enredaderas se han vuelto a enredar contra el muro de piedra que suda el agua. Los caminos están vestidos de lirios azules y nazarenos, de campanillas como de oro, y de esas flores tan pequeñas que no tienen nombre. El arroyo saltarín sigue corriendo por entre el poleo y los guijarros del fondo, pero, de vez en cuando, una piedra grande y poderosa quiere detener su marcha y él, rebelde, salta sobre ella, soberbio y fuerte, y vuelve a correr en cascada, cristalina, mansa y alegre, que llega hasta el aprendiz de puente que une la garrucha con la carretera, y allí se vuelve rojo y se siente un rey entre las piedras que lamen el agua. Llega a la ermita y pasa el puente viejo, le habla al molino, refugio de pájaros negros, llega al río que baja de la ciénaga, y juntos y alegres llegan para abrazarse con el Mar.

¿Qué se contarán?

Me he sentado en la hierba verde y fresca, se me antoja contarle mis penas, pero ¿a quién, al arroyo? ¿ o a la hierba? ¿ Sabrán ellos de penas? alzo mi frente, cierro los ojos y el viento me besa queriendo ser parte de ese antojo, y me traslada a otros cielos, a otros mundos, a otros infiernos, y pareciera que llorara a gritos conmigo buscando por el cielo.
La caricia del viento pasa por mi pelo, lo abre, lo mece, lo riza, lo lanza, juega con él, parece que siento ramas que enredan mis huesos y mi llanto y lo llevan a través de los montes hasta perder su eco. Tengo frío y lloro a gritos. ¿Te llegaran mis palabras al viento? ¿ Te llegará mi llanto mojando el infinito? ¿ Te llegará mi alma vestida de Alba? , ¡Ay cómo me duele de nuevo el Alma¡

Ayuda tú con esa dulzura impregnada en tus entrañas, no permitas que llore sin ti, sola, en mis faldas, que temo que la dura noche, siga siendo tan larga.
Cómo ensordece el silbido de mi voz sobre el viento a ritmo de soneto y de estrellas, y cómo me ciega el destello de limón en ese cristal turquesa de mi libertad que prolonga murmullos de prisiones.
Mimbre y menta perfuman esta tarde al viento. Mi corazón es una colina blanca lanzada en filamentos al silencio, que se expande hacia el todo, por los senderos bordeados de malvas de las orillas de mi cuerpo, por el punto más íntimo de lo sideral, por ese momento exacto en el tiempo. No gané la guerra a mis secretos, me ganó la voz el viento a ritmo de verso.

domingo, 20 de mayo de 2007

Mejor Los NardoS Y el LaureL.



Terminar necesito mi lamento

Acabar ya, con esta letanía

Acallar de tu voz la tuya mía

Y ahogar el estado en que me encuentro.

Que vengas y termines con tu ausencia

A serenar mi caos de pensamiento

Tráeme el aire tuyo mi sustento

Y tus manos me devuelvan el contento.

Y me traigas tu piel, tal como Nardo

Para mi abandonado tacto…

Y deja en el camino…

Las penas y los cardos.

Que tu torso venga coronado de laurel

Y el huracán mejor lo dejas…

Colgadito en la pared.

Que ya bastante pena

Me cuestas y te cuesto

Que se me duerme…

Hasta la sonrisa,

¡Mejor amor ya ni te cuento!

Y con esto termino el verso

Que tengo prisa.

Enmudecí.



Enmudecí de tí,

de este sentir

que expulso desnudo

gritando a un universo,

Mudo.

Que se mece y adelgaza,

para pasar por el latido

palpitante de mi sangre,

lucha, fluye fulgurante y

en la majestad de mi

templo arden.

Me llena de música las venas

y me alza en ventolera

por los aires,

convirtiéndome en cosmonauta

sedienta y muerta de hambre.

Mundo germinando y

mujer amando que,

mastica la palabra amor,

entre diente y labio murmurando.

Y ya me voy,

bebiendo y rebebiéndome el aliento,

total…” todoporlanada y todoporlonuestro”

callado a voces por el viento.

LágrimaS a 40 GradoS.


PérdidaS.

Aquella tarde había señales en el cielo. El viento había cambiado de Norte a Este, se notaba mucho la humedad en el aire y altos en el cielo se veían los pequeños y blancos rizos de los cirros precursores de la tormenta que se iba acercando.

En esos días yo me encuentro como que floto ajena a la ley de la gravedad entre la gente, osada y arriesgada me encanta irme a la playa, son muy bellos sus médanos dorados, los crepúsculos moribundos y malvas de mi ciudad, con sus nubes livianas haciéndolas ligeras cautivas del mismo día, desapareciendo a su lado.

Cuando no me dejaban andar sola en la tormenta, me iba a la destartalada buhardilla de la casa y desde allí, observaba la espuma blanca de ala de gaviota furiosa, estrellada contra los riscos de los acantilados y soñaba y formaba versos en mi mente, experimentando esa extraña sensación de plenitud con el cosmos, que sufren las almas sensitivas en exceso.

Entonces cupido que siempre había sido magnánimo conmigo, sentía que me abandonaba dejándome herida e indefensa y llevándose mi alma en pago a tan breve dicha_ entonces pensaba que había perdido tu sonrisa_ y mis ojos, ojos claros que se hacían de pozo de mina, de carbón, de azabache, de sombrías pupilas que miran con brillo chispeante y de donde a veces un destello de tristeza se escapa un segundo, para volverlo de nuevo veloz al pozo, sentían tu despedida, profundas cuchilladas que acariciaban mi corazón, ávido ya de cualquier cosa que viniera de ti, intentaban, aunque no podían, consolar la ya inevitable y definitiva desolación.

Y comencé a sentir tu constante sombra en todo, una mueca, una risa de alguien, un olor, un nombre, haciendo el dolor insoportable que a veces penetra y devora.

En aquellos tiempos hubiera dado cualquier cosa porque desapareciera el dolor que me envolvía y desconectarme de las miles y finísimas agujas hipodérmicas clavadas en mi adolescente corazón.

Sentía el hachazo de la añoranza, ese dolor en el fondo del estómago, a veces el amor destruye con saña lo que toca, pero también un día aparecieron las fuerzas para enterrar no en el olvido, sino en el tiempo, las mariposas que revolotean con negra ponzoña.

Ya no es aquella tristeza infinita que se desparramaba por mi, rezumaba por mis venas, corría por la ciudad, se deslizaba por debajo de mi ropa y reptaba, adentrándose fría e inevitable que me hacía invisible y transparente entre la gente, ya incluso lo escribo para que me traspase y no me hierba la sangre como las lágrimas calientes a cuarenta grados de aquél mes de julio derramadas hasta el amanecer.

El llanto ayuda a adormecer la angustia en las entrañas. El miedo que se siente ante una pérdida de alguien amado ( en la que interviene la muerte), es un sentimiento paralizante que aletarga la pena y entumece la razón, y mi corta edad no me daba para más, llorar, llorar y llorar, las lágrimas son las puertas por donde pasamos y que nos sueltan.

Y un día por fin, empezó a llover y lavó tus pasos y mi corazón, ya no era la sequía que acartonaba mi razón, inmóvil en la dinámica de tu composición, el tiempo ha hecho más llevadera su actuación, porque ya he asumido que puedo estar sin ti, menos mal sino, que hubiera sido de mi.

Rara vez se puede leer con el corazón en el corazón y ser totalmente humana para alcanzar a ver donde entre formas armónicas te encuentras ahora, quizás ocupas un punto de luz o un trozo de oscuridad ya por siempre en la eternidad.

sábado, 19 de mayo de 2007

Cuando un amor nos habla (Poema a dúo Ginebra y Ricardo Felipe)

No me cuestiones si en algún momento titubean mis palabras cuando te digo: Lo siento,
si se me enfría el café que colé muy temprano mientras dormías, porque no sabía que tu sueño era tan largo,
no cuestiones el color de mi camisa, porque la compré pensando en que te gustaba abrazarme pensando que estabas en el cielo,
no cuestiones si a veces me da miedo, cuando a ti, no te ha tocado conocer mas allá de la noche.


No, no te cuestiono, a veces el sentimiento dialoga en silencio,
susurra a través de una palabra detenida, de ese " lo siento", que escapa a circunstancias y a momentos.
El amor es un secreto mutuo sin compartir,
una mirada fugaz hacia labios que articulan palabras insonoras...

Tu ser desenfrenado se coló en mis sueños, haciéndolo más largo, buscando mi simple gesto dormida de conjurar a la razón despertando al amor.

¿Por qué pensar que sentimos distinto? Si abrimos nuestros brazos al amor en el mismo abrazo,
que en ese cielo siempre nos dimos, encontrar en lo que miro; ese mismo cielo que descubrimos.

No me ha tocado más allá de la noche porque eres mi sueño, solo te sueño,
con este sueño inédito que me abraza, que me saca de mis labios el beso más anhelado,
que me aplasta y derriba el cielo en que te siento más lejano y entonces caigo en el manantial cristalino de mi alma.

¿Como cuestionar tu miedo? Si es el mío el que me habita centímetro a centímetro,
mientras ceden mis pupilas ante el sueño, en el umbral donde siempre me desvelo.


Hace tiempo que ando pintándote al borde de la pascua,
no cuestiones si mi tiempo es cada día mas largo, porque cada día se extienden más mis ilusiones,
mas bien, intenta perderte entre la luz de mi esperanza y el latido solitario que aún te guardo,
para que un día este bardo, se llene de fe, cuando te mire a la cara.


El amor es la duda que aguijonea la apariencia,
es una verdad comentada a medias,
es el vacío que rellena la espera,
es querer hablar cuando no existen las palabras,
reconquistar lo nunca perdido,
es lo imposible del olvido,
es la necesidad de encajar el aguijón de la certeza y verse de frente a pecho, sintiendo las venas que inundan dentro.


Pero…Pero entre nosotros dos, aún queda fragmentos de romance que un día me quitaste,
el aire que te falta, lo guardé con la finalidad de convertir suspiros en mi pecho,
ojalá llegaras a sonrojarte con mis versos cuando te mires para adentro,
porque necesito plasmar una promesa antes que se pierda en la distancia.


Es solo que aún no siento tus vientos traspasando mi pecho,
precipitándose hacia el mar donde casi muero, ni más ni menos,
te siento como esos brazos llenos de ausencias que jamás me han abrazado,
como esa caricia vivamente anhelada del rubor solitario y atrevido… Cuando el primer beso es evocado.


Aunque si me recuerdas bien,
puede que reconozcas,
que es en vano empacar tu maleta,
cuando es mi horizonte el único puerto,
donde construiste tu muelle...



Horizonte que picotea pedacitos celestes,
sal marina o rosada para el deseo,
para ese brazo largo de cera fina y dulce
que se estira en el agua salada al deshacerse.