Pequeño hombre
escritor anónimo,
que naciste
cuando tu espíritu
perseveraba,
masa de carne oculta
tus huesos solo dejaron polvo
por la senda
que caminaras,
tu palabra es subterránea
eres mitad de un muerto
casi no reconozco
al hombre que dijo ser
de otros tiempos,
tusa brazos yertos,
el corazón yermo,
tu alma asfixiada,
tus pupilas dilatadas
lanzando dagas,
la pena que me inspiras
ya no me alcanza,
soplan vientos malos
para los acabados
¿qué te ha pasado?
En realidad has cambiado
o te has destapado,
pariendo tus miserias
que esperaban agazapadas,
creí que sabías volar
entre letras encadenadas,
pero era tan solo
facha,
laguna de tu persona,
ahora pienso que tú fuiste
en mis adentros
lo que yo quise que fueras,
que nada tuvo que ver
con la realidad que eras,
te puse un altar y
dejé que ascendieras,
que baja tu caída,
que miedo
de la indescifrable imagen
del sudoroso sueño,
solo te queda ya,
esperar la espera,
aunque sepas que nunca ya,
serás quién eras,
sencillamente porque…
no eras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Huellas.