Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
.

jueves, 3 de enero de 2008

Trescientos sesentaycinco Días.


Bueno pues se agotó el 2007 y menos mal, creo que no ha sido demasiado bueno, aunque espero que el 2008 venga mucho mejor, al menos que no sea peor que el que acaba de pasar, siempre se guarda la esperanza en un rinconcito del alma y se adueña de ella.

Han sido 365 días llenos de cosas, sucesos, acontecimientos, rutina, sorpresas, conocimientos, descubrimientos, cuestas arriba, cuestas abajo, pérdidas, eso es lo peor lo que esos trescientossesentaycinco días nos pueden quitar, también quiero ser positiva, lo cierto es que ha sido un año llenísimo de cosas buenas y malas, un revoltijo de ellas y aunque no ha sido un año nefasto, espero del próximo mucho más.

Lo que he llevado muy mal en ese tiempo han sido las pérdidas, perdí a personas queridas, que ya ningún año me devolverá, ni el mejor de todos, pero espero ganar más sino recuperarlas, si sustituirlas en algo para llenar los vacíos y las ausencias.

Por lo demás bien en muchos aspectos, regular en otros y mal en algún que otro, he conocido a personas maravillosas que cada uno de ellos ha sabido aportar algo a mi formación personal, he madurado al fin y sabido por fin lo que quiero, pero sobre todo lo que no quiero.

He aprendido a esquivar las manipulaciones y las patadas a mi inteligencia, he luchado por lo que he creído, he llorado de pena, de emoción, de alegría y de risa nerviosa loca y sana entrecortando las lágrimas, he amado de muchas formas, amé cada acto que me moviera las fibras, amé a mi amigo, a mi padre, a mi hermano, a mi madre, a las cosas sencillas, sin olvidarme a mi misma, al universo, al lugar donde me encuentro y también amé a un hombre… o eso creo, he sufrido el desamor, la pena, la rabia, la impotencia, la pérdida, el dolor psíquico y físico, el miedo, la incomprensión, el olvido… he gozado con la alegría de mis seres amados, he conocido el asombro en mi misma por asombrarme y enriquecerme con el asombro de otros, he gritado hasta vaciarme de la pena, al paso firme de la muerte por mi lado, llevándose a los que amo, me he decepcionado más veces de las que yo hubiera deseado, me he tambaleado, caído y levantado, me herí la rodilla y el corazón, pero nunca mi esqueleto y anduve erguida a pesar de la flaqueza, me llené de cosas para más tarde poder vaciarme de ellas, me llené de otras y me pasé largo tiempo discerniendo por los atrios de los pasillos de mi alma,

Me he indignado, incluso martirizado por la impotencia de tantas y tantas injusticias, indignado por la mentira, la intolerancia, la desigualdad, el deterioro del mundo, el lucro, la violencia y la manipulación masiva, por las acciones fanáticas y las terroristas, por la falta de valor a la vida, me he sentido impotente ante el abuso y la discriminación, la pérdida de niños a causa de el hambre, mientras a otros se les llena la boca con la sangre de los otros, ante el autoritarismo y la incomprensión, ante el desamor en todas sus formas, ante la permisividad y la pasividad, ante el dolor que algunos ni conocemos en carne propia, ese dolor hondo que sufre el marginado inocente…

Tantas veces me he borrado, me he roto, me he desterrado y me he reprochado y avergonzado y otras tantas he reído, he llorado, he cantado, he participado y he jugado que me hice dentro un santuario privado, donde yo me hice ocupa de la soledad en un tiempo, intentando que todo esté en su sitio, también tengo una jaula donde encerrar a la melancolía, colores nuevos para el arco iris, perfumes de luna para mis labios, un mar de bolsillo y un montón de primaveras venideras, y una ventanita por donde asomo el corazón, a la sonrisa, y muchos besos de esperanzas, en un florido patio colgados de las barandas y muchas margaritas sembradas en el silencio… todo eso y mucho más ha conseguido que yo tenga este año, como todos los años que me han ido formando la magia y el concepto y así airear sueños.

He aprendido a ver, que no solo mirar, y a saber que no solo por abrir los ojos está uno despierto.

Bueno parece que tampoco fue tan malo, espero que del próximo al menos pueda contarlo y decir por lo menos, por lo menos… lo mismo. Hola 2008 y adiós 2008, es lo mismo que le dije al 2007, hola y adiós, pero entre medio, de exigirle ya me encargaré yo…

1 comentario:

  1. Hola Gaviota:
    A mí también me indignan y me duelen las injusticias del mundo. Por eso, la poesía es un bálsamo que redime de barbaridades al ser humano.
    Me gusta tu blog. Gracias por asomarte al mío.
    Un saludo respetuoso.
    M.

    ResponderEliminar

Huellas.