Tú y yo no fuimos nada,
fuimos de letras empapadas de papel,
sobre la tinta anodina, transparente,
que al plasmarse se hacía blanca
mientras tu mano se rasgaba
a golpe de mentira y madrugada,
no se puede escribir sobre
Nosotros y por nosotros
con la tinta de todas las mentiras,
sobre papel mojado
y un silencio nostálgico
resabiado de todos los sinsabores
que traías prendidos de tus labios,
no, el amor no es solo eso,
no son discursos hastiados
de estar en misa y repicando
el amor es entregado,
sin rezar para salvarlo,
y así fuimos tiñendo
las páginas de negro abarrotado,
y volvimos un día tal,
a muestro árbol abandonado,
yo volví a mi rutina
y tú a los fósiles que aún te andan
sangrando,
teñidos de arcoiris
en tu cielo de gris embadurnado,
que marca tu alma
como ya mutila tu cuerpo.
Brindemos hasta emborracharnos
por el fin de los santos,
ahora somos el disfraz
que oculta el rostro y el gesto,
absurda visión,
de dos locos cuerdos.
Bonito poema.
ResponderEliminar