Es necesario vaciar los bolsillos (de mi memoria)
Abrir las puertas, las ventanas (las del tránsito y mis dudas)
Limpié la chimenea de fuegos fatuos,
Vacié armarios, no necesito mortajas,
Abrí baúles, para tirar ajuares desusados
Puse boca abajo todos los cajones, las alacenas,
Para sacar todo lo inservible…
Y al final de todo, salió mi yo… libre,
Abrí cajas negras y también blancas,
Liberé relojes de cualquier tiempo
Desalambré fronteras,
Limpié el entorno donde habito,
Y una vez limpio, vacío todo,
Sin maletas, sin refugios
Y sin espinas en la conciencia,
Ahora sabré de verdad,
Quien me quiere, quien me despierta.
Hola niña:
ResponderEliminarBonito poema.
Ahora debes saber quién es el que te quiere y te despierta