Te has quedado justo en la arista de mis labios
sintiendo mi aliento_ tan tibio_
por si acaso te incita, te cierra los ojos
y de repente te callas, me masticas y me tragas,
entonces, despeina tu mal humor
y te vuelve gatuna la mirada, tan dulce,
tan llena _ tan triste_
Quizá la necesitabas como zumo de luna
que chorrea en mi ventana,
o esa música que me regalan
los gorriones de mi terraza_ tan bueno_
_tan simple_ que te vistan de calma
cuando te das por vencido _ tan flojo_
Quisiera saber si prefieres mi silencio _ tan solo _
volverme sustancia arriba, existencia,
raíz, ahora, volverme rama…
poema, quizá enamorado…
donde nacen los sueños provocados,
los vives, los abres, los quiebras
sobre ese árbol, después cansado…
reclinado sobre aquél verde, o éste
el este que te levanta,
por el oeste el océano de mis atardeceres,
por el norte, yo…
por el sur, de donde vengo ¿o es a donde voy?
O si prefieres volverme aire,
cuando soy viento y respirarme
y ser tu oxígeno y tu aliento…
estaré loca, no sé tú pero yo…
¡he preferido ser viento!
Y no regalarte lo tibio de mi aliento.
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Huellas.