no hubo espera
y te quedaste perdido
en el reflejo de unos ojos,
me busqué en ti
y no supe encontrarme
me deshice en dejadez
y no pude emerger…
Rocé tus labios con los míos
Y temblé…
Guardé tu corazón
en el bolsillo de mi cuerpo
y me marché…
Pero eso si, al menos
rompí la cordura del instante
y te extrañé…
y ahora no sé,
si te necesitaré…
No soy la misma mujer
esta que sueña…
por lo que el viento sopla
y las olas suenan,
la que huye del amor
y se esconde
entre los adoquines de su sombra,
ciega, sorda y muda
ante la marea de tu espera,
se acabaron los logros,
también los lloros
entre las manos
de ningún ídolo…
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Huellas.