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La Tierra

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martes, 14 de octubre de 2008

Isabel

La señora Isabel es mi vecina del segundo, es un personaje entrañable, en su juventud fue profesora de música, así lleva ella esa cadencia de notas en su andar y su hablar.
Generalmente habla sola, a veces hasta murmura algún rezo- por si me sirve niña, por si alivia algún dolor antiguo de mi alma- me dice cuando en el ascensor suelta la susurrante letanía. Ha debido de ser una mujer muy bella, pues a sus ochenta y dos años tiene un porte fino y elegante, definitivamente es una Diva. Viuda desde muy joven de un marido militar de la república que mataron en los tiempos de la guerra, quedó sola con un hijo de corta edad. De familia adinerada vive sola y se le nota en la tristeza permanente de su mirada, que no en su actitud ante la vida, y digo eso porque es altiva, fuerte, tan segura de sí misma.
Entra y sale a su antojo, a veces coincidimos desayunando en la misma cafetería cerca de casa, habla con los albañiles de la obra de al lado y los invita a una copa de coñac que ella también se bebe, dejando siempre en el mostrador billetes grandes de los cuales no espera nunca su cambio, canturrea por la calle una letrilla de un poeta francés y lo pronuncia impecable, no teme a los coches y se para en los árboles como si hablara con algún insecto o pájaro que la observa, cuando va a comprar el pan, siempre compra un gran ramo de flores variadas, a veces me regala una y me dice: Niña elige la que te venga bien a juego con tu luz y con tu verde… _Dulce Señora Isabel_
Cuando me ve escribir en una servilleta o si no se me olvida, en mi libreta, al pasar me dice, exprime, exprime el corazón linda poeta…
Está acostumbrada a vivir sola, a ser libre sin más compañía que los recuerdos, su hijo Pablo vive en Bruselas, trabaja en bolsa, casado y con un hijo de seis años, que solo ha visto a su abuela seis veces, una por cada año de su vida, es una de sus tristezas que ella lleva con dignidad pero que le rompe el corazón, en ocasiones cuando hablamos le pregunto: ¿Porqué no te vas a Bruselas Isabel? (no quiere que la llame de usted).
- Niña yo ya no tengo edad para ir cambiando de Patria ni de idioma, solo sería un estorbo para mi desconocida nuera- y de algún modo tiene razón.
¡Qué valiente es!, es la insurrección permanente, el gracioso desorden que nos sobresalta continuamente, hasta yo he tenido que salir a buscarla en días de lluvia perdida en su paraguas, y yo, triste espectadora de su propia pena.
Pablo la llama dos veces por semana y ella siempre le dice -Hijo escríbeme cartas, bueno si no tienes tiempo, te las escribo yo a ti- después cuelga el teléfono, se pone las gafas y escribe en su papel perfumado de color violeta, le tiemblan las manos y mueve sus labios susurrando las palabras escritas, con la mano izquierda se borra una lágrima y la derecha espera por si alguna cae y le borra el sentimiento que despliega sobre el ancho pliego violeta… Ay señora Isabel, yo te quiero, quiero que lo sepas, aunque eres tan especial que ya lo percibes… eres como una obra de arte pulida por el tiempo, con mejillas de porcelana como los niños, la graciosa juventud anhelante y la sonrisa de marfil de los viejos… pero no, tú no eres vieja, tu alma es tan niña que sorprende a su paso, aunque tu forma de andar sea vacilante e inconveniente… Querida Isabel, nunca te olvides que vivo un piso más arriba…que yo nunca me olvido que estás un piso más abajo…

5 comentarios:

  1. Bello escrito Karolita, se nota a leguas que conoces bien a tu vecina, más de lo que uno se pueda imaginar. Eres muy buena vecina, diría que eres una hijita postiza.

    Vivir sola a los 82 años, es como si a sus familiares no le importara mucho, cualquier día la encuentran muerta.

    Saludos

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  2. pasa por mi blog tengo una invitación de cumple.
    luego vengo con calma a leerte.
    Besos
    Marisel

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  3. Pues si Baak, ya llevo 4 años siendo su vecina y la veo a diario y hasta a veces le llevo comida de la que yo me hago, porque sepas que cocino muy biennn, y si, puede ocurrir eso pero no quiero pensarlo, no tiene más familia que yo sepa que su hijo Pablo y ella no quiere irse a Bruselas y su hijo tiene su vida allí, que hacer ante esas cosas, pues ayudarla y tomar papeles que no son de una por ejemplo el de su hijita como dices, aunque no sea para tanto.
    Gracias por venir, un beso, jaja me hace gracia eso de Karolita, me gusta, nadie me lo ha dicho nunca, eres el primero, lleva un aire de cariño tierno, gracias. :)

    Marisel, voy enseguida a tu blog. otro besito para ti.

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  4. Muchas veces sucede eso, que vemos en las personas que nos rodean a esas personas que nos hacen falta.

    Me agrada que te guste que te llame Karolita. Lo bueno de la blogósfera es que ningunos tenemos edad, estamos al mismo nivel, como hermanos, y eso nos permite tratarnos con más cariño, diría yo.

    Lo de Karolita te va bien, ya que destilas mucha ternura a través de tus escritos.

    Un abrazo.

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  5. Oh Gracias Baak, eres muy amable y también tu eres tierno.
    Bueno nunca me llamaron Karolita pero como tengo dos nombres, pues si, me llamaron Cintita, pues mi nombre en realidad es Cinta Carolina.
    Un besito chico Guay.

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