Ahora que te vas.
Ahora que ya ni pienso en tomar aviones
ni en temer si te voy o no a gustar, ahora que te vas…
todos los rosales están floridos
los de la flor blanca se deshojan con el viento,
los de la flor roja sueltan sangre
y lloran los que parecen coral marino
derramando su sal.
Se cierra un universo pequeño
que aprendí a crear con los sueños,
pensamientos superpuestos
tienden la mano en el viento
parando sucesos y tiempos.
Siempre me costó mucho enterrar las cosas,
me produce punzadas en mi corazón
como si se rompiera,
los fragmentos de sentimientos en imágenes
me avanzan las emociones,
todo duele y estremece.
La tarde dobla la esquina
se viste de sueños
al encontrar a la noche
vestida de soledad,
ahora que ya no me abrazas,
y no me mato si te vas…
llévatelo todo,
no me dejes lleno el espacio
para cuando no estés,
pero no te lleves la bitácora de mi alma,
esa déjala donde está…
ahora que te vas,
será la tuya y no mi voluntad
la que me valga, si te vas,
ido estarás,
siempre la libertad nace al alba.
Andarás, andarás, andarás, altivo y triste,
ciego y pálido…
Mañana , te encontrarás con tu verdad.
El dolor tiene sabor a sal,
nos alimenta su derrame fluvial,
quizá nos lo bebamos ambos,
desde las cuencas cerradas de los párpados
hasta la comisura de los labios,
y pasará a nuestra sangre,
donde la pena acoge su estallido.
Se ciega la marea ahora que no estás,
intento seguirte y tus huellas
se borran con mis lágrimas,
no oyes el silencio?
ya no hay vuelta atrás…
Huye de mi, intermitente la lucha,
llámame aire,
al trasluz de tus párpados y tinieblas
sobre sombras de quimera y deseos de alquimia,
nómbrame para bien en tus días grises
en el acuciante palpitar de tu corazón,
cuando te sientas alguna vez llorar
sobre la estampa del amor.
Como dijo Emily Dickison…
por causas más pequeñas,
hombres y mujeres morimos.
A veces el amor cobra la turgencia
de un pecho
O de una mejilla,
También a veces, la vida
Toma grata apariencia de un amor nuevo.
Ahora que te vas…
voy a anidar entre los pliegues de mis manos,
este adiós sin alas,
para no morir en el aire,
y evitar ser una desheredada de caricias,
en este destierro total de mi mano con tu mano
yo creí que era amor… qué fracaso…
gotas de sangre, riegan los geranios de mi patio,
llegan tarde, me están creciendo las alas, ¿Cómo a los ángeles?
Con esencia de trementina, voy cruzando ya el aire…