Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

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La Tierra

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domingo, 29 de marzo de 2009

Aparecer y luego irse.



Apareciste cuando yo emergía de un pozo profundo al que me costó mucho encontrarle la salida, andaba entonces acechada por la melancolía y sumida en las paredes húmedas de la nostalgia, escribiendo feroces versos en la portada de cada arista de mi piel, sajándome el alma.
Un día de esos, unas manos, una mirada, unos versos, agarraron mis rubios cabellos derramándose en ellas y desparramándose entre sus dedos, haciéndome subir al sol, y pude sentir que la primavera no había desaparecido. Yo me extirpaba un amor torturado que tironeaba de mi barca sin dejarla abandonar el puerto… atrapada en unas redes tan plateadas como cubiertas de moluscos.
Tengo una torpe manía de escribirlo todo, tal vez no debería hacer constante la crítica de los sentimientos que un día nos ayudaron a vivir, tal vez yo no debería escribir tanto de eso y de cuánto, pero escribir es mi enfermedad incurable, en la fuerza de la alegría y en la pasión de la desdicha, subo descalza por las piedras de mis sentimientos, a veces me caigo y otras me levanto, pero confieso que hacerlo me hace a veces-que no siempre- llegar al lugar donde el aire libre suprime la cruz y el calvario y derrama la luz y la dicha, es lo mismo que la cara y la cruz de una moneda que por un lado es luz y por otra es oscura como la endrina.
Dichosa soy de poder hacer, no por facilidad en la pluma, sino por recuperarme tantas veces con ella para sobrevivir a tanta emoción y a tanta ansia de rescatarme a mi misma, es el orgullo del feliz, escribir sus alegrías y el orgullo del desdichado, tal vez soy una pretenciosa que busca en las letras lo imposible de lograr, ya que está todo logrado, pero seguiré escribiendo hasta que todo se desvanezca o todo reviente y se ilumine.
No sé si todas las palabras son de colores dentro de mi, a veces no encuentro el modo de expresarlo, no sé si a veces invento el fondo o la forma de contarlo, pero cuando lo saco lo veo de otro modo, cuando encuentro el instante justo de desvanecerme incansable buscando metáforas que cuenten precisas lo que mis palabras digan…
Puede que invente un muro o que pinte sin saber pintar, pero dejo mis manos sueltas o mi boca, o mi cara o mi alma en mensajes de amor por la vida que sube y revienta en las estrellas… esto que estoy escribiendo no lleva deseo de perfección ni siquiera lo lleva de verdad, simplemente es el jardín cerrado de lo que llevo dentro, a veces me avergüenzo de que no sea mejor o de que sea poco, pero sea como sea lo plasmo para que no se lo lleve la memoria del olvido, aún sabiendo la incapacidad que llevo entre los dedos por no ser ni poeta ni escritora, pero no puedo disfrazarme, solo dejo mi participación de lo que siento, o a veces la confusión de algunos recuerdos, en mi pequeño mundo visual de las cosas.
Cuando escribo, llego precipitada a todo, a doblar las esquinas, a comerme el asfalto, a encontrar bellas las esquinas por donde paso, los quicios, a sorber las miradas, las sonrisas, las puertas de otras casas, los parques, las palomas, rescatarlo cuando las nubes pasan de prisa, o el viento las arrastra y la lluvia las decolora, las voces, esas que se disuelven, la primavera acercándose cada año… es una urgencia de agarrar entre mis manos las palabras y hacerlas letras, porque todo en esta vida llega, cambia, camina, se encariña y se va… Por aquello que decía mi abuelo, “ escribe y rescata las cosas de la memoria del olvido, las cosas de los mortales todas pasan… agárralas”… las cosas, las voces todas se quedan dentro, a veces mejor no oírlas, encementar los oídos, pero yo dentro de todo, nunca seré un retrato mudo… estaba diciendo que llegaste y no sé donde yo me he ido.

4 comentarios:

  1. La honestidad de tu letra se agradece.
    Cada quien en su individualidad, sin etiquetas, yo mismo no soy escritor ni poeta, simplemente expreso mi sentir, y tu atrapas tan maravillosamente las imágenes, que quedan impresas en el tiempo para que otros como yo, podamos disfrutar de lo que ven tus ojos, de lo que pasa por tu cabeza, que no es más que tu esencia.
    Si somos culpables de escribirlo todo, no es por una cuestión de egoísmo, más bien de generosidad, de entregar algo que es propio y que con el tiempo no lo será, porque cada escrito, cada palabra pertenecerá al lector de turno.

    Saludos

    P T B

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  2. “ escribe y rescata las cosas de la memoria del olvido, las cosas de los mortales todas pasan… agárralas”…

    Excursus lleno de sensibilidad a todo lo que forma tu vida, tu todo---un abrazo de azpeitia

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  3. Y cuando escribes la vida abre sus entrañas para dar paso a sus más bellos lienzos… de colores, de poemas o de gestos… Y lo hace orgullosa, altiva, reivindicando a sus hijos, poniendo su empeño en dejar constancia de su grandeza a través de tus manos y de tu experiencia. Porque, digámoslo claramente, tu eres un surco entre muchos millones, un surco claramente delimitado y delicadamente construido. Un surco humilde pero grandioso, como grandiosas son tantas y tantas manos, que no por estar en la cima se sabe más de montañas o deslumbran más las estrellas. No, querida Cinta, no…

    Cuando escribes, la vida abre sus entrañas… y si no las abriera, abriría yo las mías para darte mi tesón y mi alegría… y, si hace falta, hasta mi vida. Pero no será necesario: tú llegarás donde quieras… y yo me alegraré de ser testigo… y te ensalzaré…

    Un gran abrazo… siempre.

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  4. Oh que comentarios tan hermosos a mis cavilaciones :) os agradezco mucho como me dedicais vuestro tiempo y me dais vuestro cariño. Gracias de veras Suri, Az y Juan Pablo.
    Os mando un abrazo en los que os dejo mi corazón.
    Cuanta "agua cristalina" como tú dices Suri, corre por mi blog cuando me visitais.
    Besos.

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