La Esperanza es un tesoro tan bien guardado por el hombre...
Tan guardado, tanto tanto…
Que se ha olvidado de donde lo guardó,
Y no se sabe donde aguarda.
Entre la soledad inmensa del abandono,
Y sin palabras,
Tu noche y mi noche se reclaman
Para compartir silencios,
Porque no brota la luz
En la pared del sueño,
Y nos invita la oscuridad
A ser dos esquinas de locura,
Sin tocarnos…
Y somos una piel transparente
En aquella atalaya vestida de palabra,
¡tan desgastada¡.
Arriba, la luna…¡Tan maltratada!
Mientras tanto,
Llega el alba
Y descubrimos que existimos.
El día nos abraza,
Y el silencio de la noche, contigo se marcha…
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Sublime.
ResponderEliminarGracias Rubenlois, "sublime" es una de las grandes palabras, tan grande como la atalaya que nos lleva a la esperanza, pero no sé si yo llego a alcanzar esa palabra soy tan pequeña que paso algo más de la ladera.
ResponderEliminarUn abrazo. Gracias :)
¿Y no se dice que “la esperanza es lo último que se pierde”? Lo último… es cierto. Pero, a veces, también es cierto que hasta la esperanza se retira vencida.
ResponderEliminarSi he de ser sincero, Cinta, hoy las palabras me pesan como adoquines o, más aún, como los sillares de dan forma a un castillo. Pero la palabra es como la luz, e ilumina hasta la noche… Es como la hoguera encendida en medio del frío… nos calienta y reconforta
Y es importante mantener viva la llama…
Tu poema, como siempre, especial.
Un gran abrazo.
Hola Suri.
ResponderEliminarTe entiendo muy bien, y así como dices es, pero no olvides que a la esperanza se la define como a un solo color pero se le escribe con mil y una versíón, se la toma y utiliza según nos venga mejor, a veces es verde y otras aunque sea un segundo, es negra y si todo el mundo escribiera sobre la esperanza de la misma manera, sería machacada cuando algún día fallara.
Descansa y deshazte de esos sillares o pilares como castillos, el trabajo sirve para darnos dignidad y calidad de vida, no vivimos para dejar en él la vida...
Un beso.Gracias