Yo, Tan Insignificante...

Hay por ahí un bloguero muy “salao” que escribe sobre los comentarios que le hacen, pues yo hoy escribo esto por uno de sus comentarios….

"Pues a mi me encantaría ver a Dios un día de estos, aunque sea en el espejo, seguro que flaqueo y en ese momento, No soy, no me importo…

Al principio sería mi sonrisa mentirosa que delata mi postura, movería un solo dedo y no toco, no estoy…

Sería la imagen del todo, ese todo tan desgajante y sangrante que tiene tomada mi mente.

Mi cara recién sacada del baúl de la locura y mis ojos desencajados gritarían el himno a la alegría…

Pero qué falacia, qué fantasía…

en mi espejo… ¿Dios que haría?

Si no estuviste allí donde te reclamaron inocentes, de Hiroshima, ni con los judíos, los del Congo, ni en Argelia, ni en Vietnan… ni en el hambre, ni en las guerras, si no estuviste…

Yo, tan insignificante y tan atea… ¿Qué esperaría?

Te siguen dando versiones bien distintas, a ti, el eterno sonreído, como te llaman los poetas…

Eterno el tiempo entre tus manos

como si fueran las galaxias lirios, las constelaciones trigo o ramo el infinito…

Dudo de ti y tú lo sabes.

Acércate o sécame la frente que es por ella por donde te me pierdes, de qué me sirven a mi las manos extendidas, las creencias, si te niego dentro de mis sienes, ¿qué clase de Dios eres?

Que no fue tu contacto quien meció mis vivencias, que mi cuna siempre fueron las ciencias…

Y me encantaría encontrarte en la sonrisa allí donde más te necesitan.

Déjate pasar a la otra vía, que el mundo está muy viejo y ha enfermado. Habrá que renovarlo.

Pues estamos pendientes de que tú descorras un poco las cortinas.

y nos des la ración diaria de fe y de justicia, que ya  no nos consuela ni el agua de los salmos.

Es que vaya tela, cuando no por unos, es por otros pero no sé que pasa, que no avanzamos, y a veces RECULAMOS.