El cielo pintó el canto de los pájaros,
el mar venía de verde lleno en tu mirada
de pura luz se abrirá aquella estrella
y no emigraran nunca las dos golondrinas de tus cejas
el viento mueve las flores
yo sé que tu estás esperándome detrás de la lluvia
y eres más que tu pluma y tu libro de letras
eres una sorpresa perenne,
Callando la vida en tu carnaval de risas
para que los corazones se vistan de fiesta,
con luces que guiñan los ojos y mienten
desde árboles sin savia, que resucitarán
en tiempos sin promesas.
Tus risas para el olvido o para el recuerdo
para el ahogo de besos que se fueron quedando vacíos
en esa ambigüedad dolorosa que escondes
en la lluvia, tras las rosas.
Lo sé amigo mío que vistes de fiesta
y sorpresa cualquier cosa.
Y te duelen las manos cansadas
y tiemblan tus labios impotentes y ocultos
mientras el amor te blanquea la mirada,
conjugando en una misma angustia
tus angustias calladas.
Y sigues ahí balanceando equilibrios inestables
en tu regazo, contento de regalar alegría
sabiendo que no podrás alumbrar las risas
de tus brazos.
Solo tú sabrás donde rezumaran tus días
cuando el tiempo blanquee tus canas y esas risas.
Estás conmigo cuando siento miedo
cuando las sombras golpean mi voz frágil
buscando ayeres estériles en la carne que sufre,
y siempre cargado de sonrisas, tu pluma y tu libro de letras.
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Huellas.