Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
.

viernes, 27 de agosto de 2010

Trayecto



Recorro el mismo camino de siempre
El sol pronto se retira a su morada
Y la luna asoma ya tras mi espalda,
El día no ha estado del todo mal
Y tengo apetito,
El estómago me avisa como una alarma
Y los 43 grados de este día de agosto
Se alejan dejando fluir mis venas,
El sopor es menos denso
Y va saliendo de mi cuerpo
Como si hubiera recibido una brisa fresca…
La flema ya no hace ondular las aceras,
Paso por los módulos negros de mi oficina
¡Qué cínica felicidad me inspira su presencia!
Miro al cielo, ya casi a punto de ser negro
Que no el azul reventón de la acuarela,
A lo lejos titila ya alguna estrella.
Mientras camino directa a mi cena,
En la esquina de la calle una figura me espera,
Su mirada verde aceituna,
Desborda la noche negra …
Siento menos la alarma de mi estómago
Y en el trayecto,
Me entretengo en levantar piedra a piedra
La muralla infranqueable de mi pecho
Como un disfraz de fortaleza …

 

lunes, 23 de agosto de 2010

Retazos



A veces cuando hablo con mi madre y pienso en mi padre, no puedo evitar volver a pensar en lo mismo que siempre pensé desde que adquirí la capacidad de observar y razonar, ya desde entonces y con ellos descubrí el significado de la diversidad, ayudada por ese poder de observación que mi abuelo me enseñó observando como duermen los pájaros en el Andévalo, para lo que se necesita mucha paciencia y más tranquilidad.
Eran tan diferentes que siempre me pregunté cómo la noche y el día pudieron aguantar juntos durante cincuenta años sin exasperarse, por lo que sin duda sé que un amor a prueba de todo y sin explicación, como actúa el amor, debió unirlos para siempre, porque en cuestión de formas de pensar y de ver, eran como el agua y el aceite …
Mi madre decía que más vale un pájaro en la mano que ciento volando …
Mi padre soltaba los pájaros y aseguraba que al menos 90, volvería a recoger y que los otros diez, eran solo un pequeño riesgo que había que correr …
Mi madre confiaba y sonreía cuando sus hijas revoloteaban con las mariposas en el estómago de la ilusión del amor …
Mi padre decía que con eso había que tener cuidado, que ya habría tiempo para escribir con la tinta del desamor tan temprano …
Mi madre decía que Dios estaba en todas las cosas, que la fe en él me ayudaría y me cuidaría
Como un padre …
Mi padre en cambio decía que nunca vio a Dios en ninguna cosa, y espontáneo como era le decía a mi madre: El Dios que tú buscas, llamas e imploras, pidiéndole sin descanso por todos, nunca aparecía, ni siquiera en los momentos difíciles, cuando ella lo tachaba de escéptico, él sonriendo, como siendo consciente de su inocencia, añadía: El dios que cura, tiene una larga lista de espera, el de la justicia, es sordo o distraído, el de la paz, mira hacia otro lado y el del amor, no lo usa para proteger a sus hijos de los malos vientos y las mareas, de los males, de las guerras y el hambre, un padre nunca abandona a sus hijos, así que tu padre soy yo y siempre seré mientras que esté, quien te cuide y te ayude, tienes que ser valiente y mirar al mundo de cerca y de frente tal cual es, sin pensar que alguien divino que no se deja ver, viene a salvarte …
Mi madre decía “ No vuelvas de noche del parque, está oscuro y sentirás miedo”…
Mi padre sin embargo decía: ¿Miedo? Pero si el miedo es sólo el trasero, hay que ser valiente y el miedo no vale, tu usa el respeto, abre los ojos y mira de frente, eso de día porque de noche nunca te dejaré estar en la calle …
Mi madre callada y transparente, sencilla y confiada…
Mi padre espontáneo, audaz, protector, severo y desconfiado …
No coincidían normalmente , quizá eso nos enseñó a discernir y nos ayudaba a quedarnos con lo mejor de ambos.
Pero eso sí, ambos hicieron todo cuánto supieron y pudieron para que pudiéramos distinguir el bien del mal, y no mayormente con palabras sino con actos honestos… Es tan relativo y tan diverso el mundo y sus motivos…
Mi madre decía que por amor se podría renunciar a algunas cosas …
Mi padre en cambio pensaba que ni siquiera por amor había que renunciar sobre todo a ser uno mismo, y más aún , una mujer en un mundo de hombres- en sus tiempos claro- , que renunciar era abandonarse, por lo que había que buscar los caminos para ser o querer sin renuncias que no fueran vitales.
Me dejo muchos ejemplos en mi tintero, pero sería interminable contar lo diversos que fueron, supongo que ahora mi padre sonríe desde el cielo, eso espero …
Y aquí, a mis padres, tan distintos entre sí, les dejo un bravo con todos los honores, por ser capaces de mantenerse unidos con amor sin exasperarse el aniversario durante cincuenta años, siendo tan dispares, pero eso sí, coincidieron en el amor que se tuvieron y nos tuvieron, ¡Y qué bueno!

domingo, 22 de agosto de 2010

En el Muelle


La noche se crece señalando el camino

me envuelve y me llega su olor marino,

el aroma colombino se esconde en mis bolsillos

y asoma la luna orgullosa por el muelle del Tinto,

se respiran los aires de descubridores antiguos

y se me dobla el alma sobre la paz del puerto.

Cierro los ojos y entre las pestañas

siento las gotas mojadas,

no hay otro lugar en la noche

que desprenda más magia

donde mis pasos se desprenden desgranados ...

Los abro, y un paisaje insondable

dibuja el pincel dulce y salado

sobre la negrura sin tregua de un cielo estrellado,

me emborracho de sueños

que hacen piruetas sobre la caleta

y se mecen en un pulso ligero

sobre las aguas ...

Se ha parado el tiempo y me voy deshabitando

sobre la piel de un verso,

mi corazón es el instrumento que canta su silencio.

sábado, 21 de agosto de 2010

Decirte...


Decirte que estoy aquí ...

desde un amanecer cualquiera,

cuando la luz inunda las entradas de mis ojos

y mis pestañas abrazan las aristas blandas de tu alma

con esa mirada regalada en primavera

de verde hierba y azul enredadera ...

Decirte ...

que me impregno de aire

buscando tu ausencia

agarrada a mis poemas,

que se hacen agua en el cielo de mi boca

mientras te pienso,

que huelo a cielo, a mar, a tierra,

a horizonte verde , a plata, a infinito,

a sueños, a arena, a vida, a sal

a brisa marinera ...

Decirte ...

que irradian en mi, "toas" las estrellas

en una noche cualquiera,

hasta caer en una honda evanescencia,

que confunde nuestras sombras ...

Decirte,

que sigo ahí envuelta en magia,

en esa visión de loca cuerda

respirando tu nombre hasta saciarme toda

rondando tu alma,

en un amanecer cualquiera ...
sintiendo el pálpito de tu mirada hoguera

que horada mis ojos de gema,

en una noche cualquiera de luna llena,

besada por sensaciones etéreas ...

Decirte,

que si no asomas en el abrir alegre

de mis pestañas, nada es, nada nada ...

o suda el alma llorando lágrimas.
¡que bien que asomas cada mañana!