Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
.

lunes, 30 de noviembre de 2009

El busto.


La lágrima del artista cayó sobre el cuello de arcilla, blanco, fresco, perfecto... le rasgó la piel como un reguero hasta su hombro y el corazón del artista, se partió, como si el dolor fuera un cincel que con su llanto le calara hondo. Y el escultor fue dándole forma... y la creó llorando.

El silencio de ella, no lo ayudaba, no podía comprender porqué no tomaba vida, no lo hacía perfecto porque le faltaba su palabra, el fulgor de su mirada, era como si a la noche no la siguiera el día...

Pena y confusión sentía el artista, y silencio en el busto de arcilla...

Pero él la conocía, sabía que sus silencios transcurrían meciendo las palabras... y él, una y otra vez mil veces lo intentaba...

Una resignación ya usada, lo llenó de tristeza y volvió al trabajo de la estatua. En una sacudida de ternura, siguió por el busto dándole figura, subió el codo hacías sus ojos y con la tela de la camisa se secó la lágrima que lo besaba...


Seguirán transcurriendo los segundos y el silencio, en el reloj que escondió debajo de la alfombra y el artista, seguirá modelando aquél busto de nácar intentando ofrecerle su vida, aunque muriera él, después en sus brazos ya cálidos de arcilla y le diera ese beso de amor que nunca se olvida y perdura después de la vida...







martes, 24 de noviembre de 2009

Elisa Y Fernando.


Elisa y Fernando se conocían hacía tiempo, nunca se habían dedicado atención, pasaban uno junto al otro a diario, y varias veces al día, el iba, ella venía... y de tanto hacerlo ya se conocían sin tenerse en cuenta, era como si siempre hubiesen pasado de largo.

Un día al pasar, sucedió que entre sus cuerpos se cruzó el aire y respiraron al unísono, las miradas se cruzaron y quedaron prendidos los ojos al instante. Pareciera que se vieran por vez primera.

Quisieron decirse muchas cosas y sin embargo no dijeron nada.

Tal suceso, se hizo en silencio, como un paso de la pobreza a la riqueza, de inmensa sorpresa, los matices más distantes pueden encontrarse en una sola mirada que vuelve volátil la palabra y domina los pensamientos y la voluntad.

Así se descubrieron Elisa y Fernando, en un momento único, en una mirada mágica que abre una hoja en blanco... a veces es bueno escuchar lo que dicen los silencios... hablan de plenitud, de amores escritos en la mirada, sin grandes palabras, como cuando las manos acarician en silencio abriendo caminos, cuando la piel tiembla si se roza y los ojos se prolongan...

Así se descubrieron Elisa y Fernando...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Alas.


Subida a este pedestal, como una hoja mojada a la intemperie, hallo señales, huellas, marcas y pasos que se pone mi propio corazón, para calmar tanta hambre y tanta sed que se reflejan en el cristal de tus lagunas, cuando me arriesgo a mirarme a esas aguas donde navegan tanta inquietud y desasosiego. No quiero quedarme, no quiero.

En este viaje que emprendo de ida, busco aposento en la efervescencia de vida, me llevo todo como esa alondra que en su vuelo, busca el consuelo que cure las heridas que llevo yo en el pelo.

Ese miedo que vengo derramando, que se hace dueño de ese velo de luz estremecido que se apodera de la comunicación de mi alma y tu alma.

¡Cómo borrar de esta urna de hielo e infortunios, esa imagen que pone barreras a este mar de encajes y de plata¡ me gusta volar, buscar la altura sola y lejos…

Perdona por mis ausencias que esta vez no van cargadas de regresos.

He aspirado tu corazón, lo que he querido me lo llevo.

Perdona por no disponer de más remos que adentren mi barca para zarpar hacia ti, navegando por tu boca, y refugiarme en tu pecho, apoyarme en la arena de tu piel… perdóname… si prefiero sentirme libre… si prefiero el aire al mar, el cielo... libre y entero, ese en el que yo vuelo...

¿A cuantas millas vestirá el cielo mi partida?

¿Cuando dejará la gaviota sus alas de plata?

¿En qué crepúsculo desembarcaré sin ti, navegante?

Pero estás aquí, en mi pliego, en esta pluma que mece el viento libre del alma, que se refleja en tus aguas... marinero... mejor navega en tu barca que yo planeo en mi cielo, nuestro encuentro será el reflejo de mi libertad en tus espejos...

y a pesar de todo eso, escriben las nubes sobre las olas dos palabras que dicen te quiero, no lo olvides marinero...

No me pidas nada… No me lo tengas en cuenta… nunca se me rompieron las alas, ni a ti tu velero...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Naúfrago


Una noche,

llamaste a su puerta

muy despacito,

con los nudillos de la mano…

y no te oyeron.

En un amanecer

de los que te sorprendes

bajándote de la noche,

en un Alba cualquiera…

llamaste de nuevo

tres veces a la puerta,

esta vez con la mano abierta

y de nuevo, no te oyeron…

Amarraste todos tus sentimientos

en un pañuelo,

como en un hatillo

y volviste tus pasos al camino

anunciando tu pobreza…

Calle abajo,

corría tu sed

la sed propia de los náufragos.

Un viento frío

sustentó la noche de melancolía,

como una brisa helada

que congela los sueños

y atenta contra el pulso del alma,

como una boca blanca

que sopla añoranza…

el tiempo incansable

que nunca para…

y el mundo que cambia,

y el viento que arrastra la esperanza…

El Piano.


Nunca antes te había visto ni oído tocar el piano.

Ni siquiera en los veranos que venías invitado a mi casa desde tu ciudad y te instalaste en la casita del jardín la que adecuaste para tus estudios de verano en la universidad Iberoamericana, y donde en un íntimo rincón lo colocaste, fechas que coincidían con mis idas a la playa y al campamento de verano.

La primera vez que te vi, me sentí algo temerosa, te veía un chico mayor comparado a mis años, pues eras joven, pero tenías un algo en tu mirada que me obligaba a esconderme por la casa.
Una tarde te oí, yo estaba en los ventanales del salón, y movida por la fuerza bellísima de aquella melodía, sin pensarlo me acerqué.
La puerta estaba entreabierta y avancé por la estrecha galería, y estabas allí de medio lado a mis ojos, detrás de tu cabeza se extendía un haz de sol iluminando tus ojos y tu rostro. Te volviste hacia mí y me viste también como también me dirigiste una sonrisa viva que te venía por encima de tus pensamientos.
_Estas muy guapa_¿es por mi música? dijiste sin dejar de acariciar suavemente las teclas del majestuoso piano, no contesté a esa pregunta que me pareció una observación fuera de mi comprensión.

Sabiendo que no te contestaría miraste hacia tus manos apretando las teclas con pasión, obligándolas a darle sentido de una esplendorosa primavera, al instante giraste de nuevo tu rostro a medio lado mirándome con una línea imperceptible en los ojos, esa que forma la hilera de pestañas al entrecerrarlos, te miré directamente a ellos atraída por una intensa claridad que salía de tu mirada mientras tú me mirabas abarcando mi cara y mi figura, tenías los ojos rojos como de no haber dormido en tres días y mientras tocabas tu cara se llenaba de arrugas que parecían pliegues de dolores del alma; Y pensé que quizás a esta casi niña tu mirada la encontraba atractiva.
Tal vez el sentido de la vida para una chica de mi edad_ en aquel tiempo_ consistía en ser descubierta así, mirada de aquella manera que ella misma se sintiera irradiante de luz.

Noté que tu mirada se acoplaba a la música viviendo plenamente el propio goce de los sentimientos y sensaciones, la propia desesperación y la alegría, la bondad y la maldad… todo era un remolino de inquietud en mi inexperto corazón.

De modo que huí, corrí por el jardín hasta volver a sentir mis pies en el salón al que abandoné apresuradamente para dirigirme a la calle y una vez en ella tuve que taparme los oídos para no seguir oyendo tu piano y su apasionada primavera envuelta en aquella línea de tus ojos penetrantes, que me recordaban a las dulces y espesas noches colombinas con su olor a jazmín del patio de mi casa.
Sentí la necesidad de refugiarme en los brazos de mi padre buscando ávida su ternura.
No volví a oír el piano ni a verte, parecía que te habías esfumado.

Pasaron días hasta que una noche en medio del silencio, de los pasos del vigilante, más arriba de los balcones, de los tejados, de la azotea, acompañado del brillo de los astros se oyó de nuevo el piano.

La inquietud me hizo saltar de la cama, la cadencia de tu música me traía los sonidos como hilos imposibles que vienen del mundo sideral y que obraban en mí con fuerza imposible de precisar.
Al otro día antes de que los primeros rayos del sol emergieran en el horizonte, mi padre como cada verano, me llevaba al campamento. Al dar la vuelta a la casa desde el auto, te vi allí en la ventana enmarcado y desde tus ojos me enviaste la misma luz que lucía tu mirada la tarde del piano, iluminando el aún oscuro horizonte.

Segundos después se oyó por última vez la apasionada primavera que derramaba tu ser, me invadió una inexplicable ansiedad que solo se me pasó al llegar al puerto con una bocanada de olor a sal y a barcos… se me pasó el desasosiego y pensé que por primera vez, me había sentido _la princesa de un cuento_ después de un largo incógnito, no te volví a ver, y allí dejaste tu piano.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Del Cautiverio Inmenso.


Desde tu cuerpo, de su calor,
Del cautiverio inmenso
De tus brazos… he cerrado los ojos,
He caído en el turbulento mundo de los sueños,
Donde habitas a ratos,
He visto mi silueta dibujada en tus pupilas
Mis labios gozosos abarcando tu sonrisa.
Abandonados a las caricias,
A tus manos ágiles de ternura
Posadas en mi cintura…
En el silencio profundo e invencible
De los sueños,
He parado el reloj, y la noche,
Derrama su piel entre mis sábanas
Y se nutre mi cuerpo de silencio
Enredando las horas
Como una caricia que levanta su vuelo…
Roto por un “vente conmigo allí donde te quiero”,
Fuera del tiempo en que me pierdo
Bebiendo de tu boca y de su cielo…

Fuera, brillan las campanillas a la luz de la luna.

martes, 17 de noviembre de 2009

Cosas Tontas... Mías...


El pensamiento es como el viento,
Sin ningún esfuerzo extiende sus velas
Y nos arrastra a una velocidad de vértigo,
Nos lleva a ser completamente reales,
Sin impedimentos.



Hay pocas personas que compartan conmigo ese espacio,
No suelo hablar demasiado,
Me gusta más el silencio,
Incluso en mi trabajo.



Y aunque me gusta mucho el cine, nunca participo en obras de teatro, confieso que no me gustan los corrillos, ni las críticas ni doy bromas de mal gusto, y mucho menos le río las gracias a quienes no saben del sabor de la sal, que ni gusto tienen.

Nunca me ha gustado hacer roscas a nadie que no se lo merece, hasta pa los dulces hay que merecer…igual que pa lo amargo… siempre, siempre, correctamente…

A mis amigos los elijo yo, y qué bueno si después me elijen ellos, y si no, abierto queda mi corazón… como no, si cerrarlo es peor…

Nunca me ha gustado cortar trajes, no suelo llevar tijeras, eso de cortar, ese estruendo del Rassss, siempre se me dio muy mal, y siempre he pensado que allí donde tengas la olla (recipiente donde se cuece, la comida), pues no se pone, todo lo demás… en fin… era un refrán que acabo de adulterar, pero ya ustedes entenderán… a veces, según que cosas para entenderlas, no hay que decirlas tal cual… Ustedes ya las sabrán…

No me gusta la prepotencia, me suena a indecente, ni me inspiran confianza los cargos importantes, sobre todo, esos que lo usan para darse a entender lo grande, que es…más que ná… a mi me ponen seguro en lista negra por no reírles las gracias, ni decirles lo que valen… tampoco sé inventar yo la salsa, pos no te digo… a ellos no les falta quien les regale…

Que por cierto no vale quien dice que tanto que vale…


Esas cosas se llevan naturales…


No sé si estoy con este escrito retratando a su contrario y al mismo tiempo diciendo de lo que

gusto, no sé tampoco si me explico poco o mucho, pero es esto lo que dije que es como el viento, el pensamiento, abre sus alas y nos arrastra como vértigo… así está hecho.


A mi me gustan las bocas sanas, que saquen con su voz ese aliento cálido que te acompaña .

Y no me gustan los hombres que chaskean los dedos con un Hola Chati... bueno es una forma de hablar, no importa la metáfora de la frase, sino su fondo, ya también sabrán…

A veces te salen enemigos y eres el centro de atención como una rara de la sociedad, porque sigues otros pasos, pero hay pasos que yo no voy a dar.
A los corrillos, a los dardos, a no cortar trajes, porque nunca fui sastre, a no lanzar pelotas a diestro y siniestro, a seguir ningún juego, si es por esto, lo voy a seguir siendo, a veces es bueno ponerse los cascos o guardar silencio y luego, hago lo que quiero…










sábado, 14 de noviembre de 2009

De Nuevo Isabel.



Ayer vino a mi casa mi querida vecina Isabel, ha vuelto a solucionar unos asuntos de una casa de su familia. Por la noche fui a su casa y me dijo que me quedara un rato a charlar con ella, le dije que si.

Está más doblada que nunca y muy delgada, será que su edad es más grande, sin embargo, la encontré muy lúcida y con mucha firmeza en sus pensamientos.

Me contaba la vida en Bruselas, no es la tranquilidad que busca ella, pero estaba contenta.

Me comentaba su tristeza por el estado del País y del mundo en general, se ve que está muy puesta, sigue siendo la misma maestra, mujer de un republicano de la guerra.

Decía más o menos:

Ay mi niña, el mundo está muy cambiado, lo cambiamos a destajo,

La vida perdiendo su equilibrio, y el mar su claridad,

Aunque ya no hay nada claro, ni siquiera es justo el horizonte,

Se vive todo tan material, que no importa si se pierde la dignidad.

El inmoral no se asombra,

Mientras note completo el bolsillo y a quien queda aún digno, se le ciegan los sentidos.

Se equivoca el tacto y la palabra, como se equivocó la paloma, no sabe si camina por los mares o navega por las lomas…

Hasta el rostro amado abre sus fauces ¡Hija mía qué desastre!

Ya no hay términos medios, o eres ateo o fanático.

Y en vez de alzar la voz y poner el grito en el cielo, -por si acaso- ahondamos el hueco que llenamos de silencio.

El mundo tiene moho, la esquina fría y al labio amargo.

Nuestro habitad se revela, vuelca olas al asfalto, retrocede sin clima y nos castiga…

Se oye un reclamo de pájaro y no hay luz en ningún faro.

Se han perdido los valores, tanto tengo tanto valgo, aunque sea a punta de violencia y de desfalco, de piratas, terroristas, tahúres, sinvergüenzas y una larga lista…

Se equivocan nuestros pasos… ¿Dónde vamos?

Madre mía Isabel, nunca mejor dicho, que eres como mi madre, pero me has dejado caos en unos pocos instantes., sobre todo cuando me has dicho aquello de “ no sabes cuánto hemos corrido los estudiantes y los que no lo eran, delante de las fuerzas del orden en pos de la justicia, no comprendo de qué pasta estáis hechos, no comprendo el marasmo, el conformismo a estos extremos, ¿A qué tiene miedo la juventud de hoy?

El cobarde deja de serlo cuando se enfrenta al valiente, o es que ahora no se tiene la sangre caliente… sobre todo cuando ya hierve”.

Confieso que se me saltaron las lágrimas y me dejaste sin argumentos porque pensé que era cierto, pero cuando me di buena cuenta de eso, guardé silencio, quería disfrutar de su opinión, no de la mía.

Debéis procurar quitaros de encima tanto parásito y llevar las cosas al camino de la honestidad, solo así se cuidan las riquezas, lo mismo de una casa, como de un país, como la del mundo, la línea recta es el camino para llegar antes y mejor a todas las cosas, a todas las personas, directas al corazón y no a la cabeza, que este a la honestidad la tiene alojada en su casa y le tiene confianza.

Pues sí Isabel, como siempre tienes razón y como siempre consigues emocionarme, e interesarme, eres una buena persona dentro de una maestra. Un beso Querida Isabel. Quédate.





miércoles, 11 de noviembre de 2009

Te lo prometo


No sé si contarte o escribirte

un cuento,

no sé si al instante

o esperar a la noche

bajo la luna llena

en un campo sembrado de estrellas…


No sé si usar la voz tenue de mis labios

o la marabunta roja de tinta

que veloz impulsa mi pluma

alzando al corazón,

tan indiscreta ella…

Que late alerta.


No sé si escribirte al lado del mar,

de aquella orilla de tu boca,

que como un océano

ahoga mis labios si me besas,

de cómo aúlla el viento

los ecos de tus besos…


O bajo tu atenta mirada

que bajo el temporal,

me desboca

en las rocas negras de tus ojos,

esa que como un mar de pasión,

me rebosa, me hunde,

me inunda, hasta volverme agua

y morir ahogada…


Y luego,

contarte como me haces florecer

cada segundo,

para morir de nuevo…


Mejor otro día te lo cuento…

Cuando la luna de nuevo se vierta

y tu boca me pierda... Te lo prometo.

martes, 10 de noviembre de 2009

Evasión.


No sé si estoy,
la respuesta me suena a hueco
como me suena este marasmo dentro
al callado compás de mis dedos
que guardan silencio.
Es mi pluma otra pluma
que vuela con los días
y escapa del tiempo.

Cómplice de mi evasión
Y del escape del arrullo
De mis versos tiernos…

sábado, 7 de noviembre de 2009

Abrázame


Qué dulce es sentir unos brazos, que siempre estén ahí para el abrazo, como esa brisa suave que he de respirar, como un regazo donde cerrar los ojos y reposar, dejar salir las buenas vibraciones, una parte de la materia que pone en marcha el corazón, las sensaciones.


Me gustaría que hablar fuera tan sencillo como abrazarse, porque el abrazo es un encaje perfecto que dice sin palabras, encierra toda la sensación que vibra entre dos corazones y laten al unísono. Es mágico saber escuchar lo que dicen los silencios en un abrazo sincero y sentido.


Quiero que me abraces fuerte, que sean materia volátil nuestros brazos, nuestros cuerpos, que surja sola, única e imperecedera, que crezca lenta como la confianza y nos abarque el pensamiento, y la voluntad que nace y crece del sentimiento.

Abrazarse, qué gesto tan generoso, acoger un cuerpo en el nuestro, y abandonar el tuyo en el otro, sustituir las palabras por gestos, gestos de cariño, formas de sentirse cerca, de descubrirse, de regalarse el cuenco que nos acoge nuestro latido.



Un abrazo, un gesto limpio de corazón, que despeja nubes en el cielo, y calma el frío y traspasa el calor. Como un encuentro pactado tácito, abrir los brazos sin sonido ni voz, el impulso etéreo al unísono… deseado pero imprevisto.


El abrazo en silencio que transcurre ameno, entre dos que se pasan consuelo... Sencillamente… abrázame.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Ay el Descenso


Vengo de la naturaleza…

de nuestra madre tierra,

de hacer senderos por las montañas y por los páramos,

arriba y luego abajo…


Y me traigo de esos lugares un cansancio enorme y un desconsuelo.


He subido, y ha sido fácil,

porque he sentido que arriba en lo más alto, me estaba esperando esa pradera hermosa con el frescor del mundo por montera, para que yo la pise fresca y nueva, como una adolescencia, y al llegar arriba, pude reconocer en su altura de hierba, cada trazo, cada piedra de la conseguida meta…


He sufrido, he sudado, me he cegado con el sol y la niebla y al final, ha sido un bálsamo, no tanto por lo logrado, sino por haber comprobado, que como en la vida, todo toma forma si subes hacia arriba.


Y he bajado, y qué duro es el descenso cuando después de subir ya vas bajando…


Las piedras se afilan, las sensaciones cambian, las piernas se acorchan y de repente, la soledad te aniquila, y todo lo que brilla allí arriba, abajo, se vuelve pantomima…


Fueron esos mis pensamientos haciendo senderos,

ya te digo amigo, la misma montaña, el mismo atuendo, las mismas ganas, pero a la vuelta… los ojos hacia el suelo…


ya ves, es lo amargo del descenso… En este mundo... mientras más subo...

El desamor de Fernando.


¿Acaso una mirada no derrama una palabra, o una mano extendida en alguna de sus formas un roce o un deseo… o algún gesto un sentimiento?
Él buscaba la ternura derramada entre sus cosas, la imaginaba prendida entre los labios cosida a su sonrisa.

Sus poemas escritos eran versos murmurados que nunca le dijo, palabras hermosas que detrás de la boca quedaron prendidas como en los balcones quedan prendidas, las rosas que nunca se cortan. Cuánto encontraba escondido en el fondo de la vida.

Cuánta esencia de ella, suelta en todas partes, aquí, allí, en el aire que respira…
Creía que conocía todas las variedades de su alma, pero sin embargo ella seguía llegando rompiendo sus esquemas, aún recordándola, lo hacía volar, fantasear, soñar despierto y siempre la encontraba sin proponérselo y se colaba despacio y poderosamente en su corazón.
Cada tarde se refugia en ella, y se cuela en su dimensión cobijándose sin apenas darse cuenta, y espera escondido en su memoria buscando su universo, como una partícula pequeña, que sin remedio se cuela y hurga buscándola fuera del olvido en su cerebro.
Hoy se encontró atrapado en ese limbo donde el corazón siente frío y comienza a marchar desde su orilla hacía dentro, buscando sereno su mar. Sabe que no vendrá.

Cada oleada de frío, golpea ya sin desbordamientos impredecibles, como los latidos de su corazón, débiles, frágiles, sin Palpitaciones de sorpresas que anuncien su presencia y lo arrastra a su camino con un llanto sin lágrimas internas y calmadas, recorriéndolo como cuando se marchita una flor, languideciendo despacio en cada intervalo…

Y recordó como el mar cubría sus pies en la claridad de la noche en la que por primera vez la besó, la inmensidad fue suya evadiéndolos hacia la plenitud del amor.

Creo que no debí encontrarte aquella tarde, cuando aún sin saberlo, entraste en mi vida y la ahogaste por completo, eras tú quien jugaba a entregarse y era yo quien esperaba ansioso para caer desvalido en tus brazos-pensaba- .

“Deja que mire el hondo clamor de tus entrañas,
Donde muero y renuncio a vivir para siempre”
El día ha oscurecido, y tu amor,
Ha ido a parar al rincón del olvido
Allí donde mora lo que pudo ser y no ha sido.

martes, 3 de noviembre de 2009

Oliendo la Fe.


Hoy estoy enferma, bueno hoy no, estoy enferma desde el viernes, he pasado un puente algo complicado, he tenido una recaída en un problema de salud que arrastro hace unos años, no importa que seas fuerte, activa, incansable, luchadora y joven cuando la salud se quiebra en un momento de la vida.


He tenido varias recaídas pero hacía tiempo que estaba bien, el entorno problemático, los reveses, el stress, esta vez me han encontrado frágil y me doblé como una espiga a la que dobla el viento con susurros violentos.


La sensibilidad en las personas no siempre es beneficiosa, corres los riesgos propios de la fragilidad y aunque seas fuerte, el interior es una lámina de cristal que se fisura al menor roce, y esta vez, me pasó, me cogió confiada, alegre y activa como siempre y me dobló el talle, la cintura ágil... como esa mariposa que vuela sobre la mano blanca atentando contra el nervioso pulso de mi alma.


Y esta vez tuve que acudir a la baja laboral a la que tanto temo, porque me sume en la angustia de estar en casa como una sombra sin actividad.


Casi siempre pensamos que somos fuertes y jóvenes para ponerte un escudo y luchar contra los monstruos del pantano, pero que va, no somos nómadas del beso eléctrico y del acordeón del mármol, nos hicieron débiles, frágiles, cuando se fugan los compases, quedamos tierno todo, augurando, temiendo, deseando, prohibiendo, NO pasar, que mi interior está deshecho y llamamos a gritos a la ansiada normalidad, a la rutina y a la anhelada calma cuando nos falta.


Hay días que piensas que nada merece la pena, que las olas no suenan, que la vida se esconde que el mundo con su inquina temática te engulle, entre los adoquines de la acera, pero he ahí, que nos agarramos a las armas del alma, a las más feroces, nos defienden y siempre una luz aunque sea leve, aparece por el horizonte, aunque solo sea un pensamiento también leve.


A veces intento ser viento para rozar mi rostro, y siento su beso fresco rozar mis labios, son las inmensas ganas de las que no me desprendo, para dejar así paso a los sueños.


Y en ocasiones, todos nos sentimos como recién venidos al mundo asustados y descosiendo el disfraz de la fortaleza, y derrumbando piedra a piedra la gran muralla infranqueable del pecho y fabricando una materia para un corazón más fuerte, y aún así seguimos exclamando un “gracias” que desborda los límites de la misma piel, y los filos de las manos construyen azahares perfectos para seguir oliendo la fe.


Mañana estaré mejor, y hasta la próxima, y así transcurre todo mientras buscamos un antídoto para el interior y una medicina para la materia de afuera, como la que me a mi me da el doctor, desde que un crack me quebró la salud aunque no la ilusión. Tengo la vida por delante y todo el paraíso que soñé, apenas sin estrenarlo, aunque quien sabe, no hay nada que podamos retener en nuestras manos.


Qué extraña y estúpida enfermedad esta que asalta mi cuerpo, una emoción fuerte y me rompe el intestino en pedazos, pero nunca las ganas de volver a intentarlo, mientras me quede un halo de aliento que humedezca de vida mis labios.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ser en Tí


Quiero bañar mi piel en tus orillas

nadar en las aguas de tus sueños,

y ahogarme en el mar de tus caricias…

Y quiero

ser el agua de la vida, allí en tu cuerpo

ser savia de amor, y que en mis besos,

encuentres alimento…

Quiero serlo todo

y quemar esta pasión que por ti siento…

Y quiero ser tu aliento,

que entre mis labios

suspires en silencio,

y entre tus manos, caer sin aire, sin respiro,

y quiero que entre mis brazos caigas rendido…

Y nuestro tiempo,

en el cielo de las horas

hacerlo eterno… eterno...

prometo abandonarme a las mareas,

y confiar a ciegas,

en la flecha del amor y del deseo.


domingo, 1 de noviembre de 2009

Tantos Pensamientos...


A veces los pensamientos hacen cola en el puño de la mano, nacen desde algún lugar que los haya motivado y se amontonan, surgen en un tumulto y se colapsan, aguardan hasta ser reconocidos, y luego o se les da libertad, o se convierten en gaviotas a las que se le han cortado las alas, otras veces son como arañas tejiendo transparencias y sorben las defensas, los miedos, los amores, las penas y alegrías, las miserias, y los sueños de animalito hambriento de biblioteca, que bebe de un océano de huellas…


Después de retornar al universo de los espíritus mansos, te serenas y te hablan y te cuentan, Traigo esto de aquí, esto de allá, esta es la voz que se escucha en el centro del pecho, los que están, y los que dejaron de estar, los que fueron olvidados, los reemplazados, los que se sentaron de otra manera, los irreemplazables, los confesables y los inconfesables… menuda jauría de pensamientos se amontonan a veces en un momento… algunos son sorbidos, truncados, transparentes, malintencionados, hermosos, acaudalados, interminables y también rotos… pero están todos.


Y te encuentras con ellos, y caen a tus pies, a los pies del cante, la manera irrepetible de entregarse con algarabía o desangrándose…


Y con una voz tan joven, tan irremediablemente joven, como el regreso eterno de las generaciones… Tanto pensar, pensar, para actuar tan mal, ¡Vaya pensantes!

Porque Hay Cosas...

Me traje este vídeo del Blog, http://latabernadeltato.blogspot.com/ de mi Admiradísimo Colega en letras y rabietas, "Er Tato" del que cada vez que entro en su taberna aprendo un rato largo, y me lo traje porque me ha gustado mucho el contenido y porque como él dice aprendamos de Cyrano... Con tu permiso "Tato" Un beso.


Lo Más urgente es encontrar un charco de agua clara en donde se reflejen nuestros actos, y ese devenir

incorrupto

del corazón

que se rompe

en rebeldías... Dice el Poeta...