algunos días,
a media tarde,
cuando el reloj hace sombra
sobre tu pelo blanco y tus ojos
velados
se me inundan los míos de primaveras
y recuerdos
y por un momento parece que en aquel
patio de
enredaderas y flores te sigo
escuchando.
A veces cuando te pienso
vuelvo a estar en mi cuarto de niña,
en las noches de verano oliendo a
jazmín
en nuestro porche de pitiminíes
enrosados
y tus ojos aguados.
Como salen los milagros
Esos que aún estamos y te amamos
Cuando ya vuelan fuera de tus brazos
Llevamos tu cara y tus andares,
Así que crucemos páramos y mares.
Yo, al paso del tiempo,
Ahora como antes en muchos momentos
Me sigo escondiendo detrás de tus
piernas
Cuando salgo a la calle,
Porque como en aquellos tiempos solo
tú
Me llenas el pelo de tanta ternura
Cuando igual que lloraba, también
lloro ahora.
Lloro cuando me explota el corazón de
nostalgia
Allí en el lado izquierdo de mi pecho
te llevo anudada
Porque tú en mi corazón eres mi casa
Y no hay mejor lugar para no
asustarse del mundo que tú mamá.
Tus hijos y nietos cumplen sueños,
Verte reír es un atentado contra el
llanto
Y saber que estás ahí me quita la
soledad
Cuando me inundan los ríos los ojos
cansados.
Saber que estás ahí cuando me pierdo
En esta vida con la que a veces no
puedo,
Es saber que ninguna guerra llegará a
nuestras trincheras
Verte mamá, es aprender del amor y la
vida.
Mamá en definitiva no dejes de
cumplir años
No dejes de acompañarnos, no te vayas
NUNCA.