Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
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jueves, 25 de febrero de 2010

Mi Abuelo.


Yo tenía un abuelo, era valiente, fuerte, generoso, capaz, prudente y a la vez claro, respetuoso, luchador, honesto y buena gente, como debe ser todo hombre. Tenía esa aureola que envuelve a unos pocos y que llamamos carisma, quería a quien debía y respetaba a todo el mundo, también conocía la rabia, pero la empleaba bien, tal y como enseña la vida.
Lo quería todo el mundo, porque nunca dio motivos para lo contrario.
Un día murió y el mundo se hizo pequeño, débil, vacío para quienes le quisieron y conocieron.
Sobre todo para mí, que me educó y siempre me escuchaba y me enseñaba los valores que te hacen ser persona, fue un duro golpe para una niña, se me quedó la boca dormida y el corazón no estaba ahí, durante mucho tiempo sentí una terrible amargura, a la que tuve que matar para que dejara de doler.
De repente en el cielo la luna se rompió y lloraba estrellas que las nubes no podían tapar y llovía en mi corazón llovía… entonces le oía y mis lagrimas se convertían en ríos bajando por un desierto al que llenaban de vida… qué hubiera sido de ese desierto sin mis lágrimas, me hubiera ahogado por dentro y secado por fuera…
Durante mucho tiempo, tanto que ni supe contarlo, lloré ríos, mares y océanos, en mis noches de infinita duermevela, en aquellos días hubiera matado al cielo, clavándole mis uñas por si lo resucitaba y me lo devolvía, qué inocencia la mía pidiéndole un deseo que no se cumplía, poder ver, tocar, oír, hablar a mi abuelo.
El cielo era egoísta no se interesaba por mi dolor, era como un agujero negro, infinito, en el que yo buscaba desesperada su figura, su sonrisa que me tranquilizara, nunca sucedió, era pequeña para poder entenderlo, después y ahora, desde hace ya mucho tiempo, sé que se quedó conmigo, que nunca se fue mi abuelo. La amargura no se aferra, menos mal que se suaviza con el tiempo y es cuando te das cuenta que eres tú misma quien despierta al cielo de su letargo y que lo abarcas con el corazón y las manos infinitas, entonces sientes tu alma llena de el alma que parece y no se fue.

domingo, 21 de febrero de 2010

Cuento de mamá


Date prisa, el autobús está a punto de pasar, llévate fruta para el recreo y no te olvides que estás en secundaria, tienes que empezar a madurar...

No te lleves el ipod al instituto, no puedes oír música y oír al profesor al mismo tiempo, ya los viernes te explotas bien los oídos y no te creas que no sé que hueles a cacique y coca-cola y no a batido cuando asomas.

Sé prudente y no escribas aún versos de sexo en la clase de literatura, tendrías un suspenso y el corazón deshecho, no se te dan bien las ecuaciones, sacarías insuficiente y no me gusta que llores.



Pronto se te acabarán los lápices de colores, mientras ocurre, no te des prisa, disfruta de la inocencia más pura, pronto se esfuma... que luego, vendrán las normas, las leyes, las reglas, los pactos, los dichos, los hechos, las metas, los llantos... todo dentro de un círculo al son de la competencia... ahora que puedes, disfruta y aprende y no te adelantes al tiempo.

-Vale mamá, ¿Cuántas veces me vas a contar ese cuento?

-Hasta que tengas edad de estar en el círculo.

-Mamá, pero eso es eterno.

-ya le estás reclamando al tiempo, ¡Pero si el tiempo es viento! cuando te das cuenta se ha ido, y cuando se hace eterno, ya lo has perdido.

¿Te lo cuento de nuevo? o me dejas que te coma a besos mientras elijes tú el cuento.

Ya tendrás un corazón más fuerte para poder con todo eso... y entonces analizarás el cuento, las normas, las leyes, las reglas, los pactos, los dichos, los hechos, las metas... los llantos...









jueves, 18 de febrero de 2010

Son

¿No son las armas del alma
las más feroces?
¿Y sus heridas
las que más sangran?

martes, 16 de febrero de 2010

Marta.


Marta entró en la cocina como una brisa posesiva apoderándose de mi taza, de café...

Mientras lo tomaba en un silencio absorbente, me miraba con los ojos chispeantes de malicia, estudiada...

Yo disimulaba indiferencia preparándome otra taza, la espera no fue larga...

De repente su voz chirriante, rebotó en las paredes: ¡Ya sé porqué le gustas a Marcelo!

¡Qué guapa que eres hermanita! dijo al tiempo que se marchaba y espetaba una carcajada que resonó largamente, decreciendo a medida que se alejaba de mis oídos indiferentes...

Perpleja, caminé con la taza y me tendí en el sofá, en la butaca de al lado me miraba mi hermana pequeña, mientras yo empezaba a adormecerme, la noche del sábado lluvioso avanzaba, sonaron las dos de la mañana, y de nuevo su voz...

Esta vez más dulzona, la oí como cantaba al tiempo que mecía las autopistas de sus piernas molestando a mi almohada, con el único propósito de que yo, no me perdiera en los brazos de la noche estrellada...

"Anduviste escojiendo

como huevos en canasta

y como dice tu hermana-esta-

quizá te quedes con el peor de la cesta"

Cantaba mi hermana pequeña.

Marta estaba aburrida, llovía a mares, imposible salir, y de la tv y el pc, ya estaba cansada, y ella tan activa, nerviosa y burlona, se divertía molestando a su hermana, ¡Qué pesada Marta!

Si sigue la ahogaré con la almohada, se ha pensado que está en una fiesta pijama...

¿Pero de qué estás hablando loca?

De tu listón hermanita... de tu listón,

que el cielo toca...



jueves, 11 de febrero de 2010

Algún día.


Los escalones que no subo

con alegría,

por miedo a que se caigan,

se verán fortalecidos

por los que hoy faltan,

-algún día-

miércoles, 10 de febrero de 2010

Llegaste


Has llegado,

con ese dulzor de abeja

que traes cuando llegas,

y me has despertado…

Ajena como una sirena,

me mirabas dormida,

besada por el viento

abrazada por la arena,

tu mirada se posó sobre mi

como los rayos del sol,

hechos candelas,

marcando huella.

Llegaste quemando azúcar en el aire,

y me despertaste.

Cuando pude abrir los ojos,

me fluí en laberintos,

Soy aire,

no me nombres,

escapo.




martes, 9 de febrero de 2010

Jadír.


Hoy desayuné con Jadír, hacía tiempo que no nos veíamos, ambos estamos ocupados, él con su proyecto, y yo, me hallo en una guerra con varios frentes abiertos, supongo que ya llegará la calma, la fuerza es como el torrente que rasga la maleza, felino por instinto, y así estamos ambos con la nuestra, apurando el tiempo al máximo y esperando mejores momentos.Jadír estaba serio, quizá estuviera cansado, aunque intuí que no era por eso...

Supongo que ya me lo dirá, él es como una energía que desafía la maquinaria de los astros, nunca tiene miedo a superar lo que esperan de nosotros, se repondrá... Puede que eche de menos a su familia, a su entorno, lleva mucho tiempo sin ir, pero sabe esculpir la vida en cualquier sitio que esté, oír la llamada de los sueños, rendir la piedra a su sensibilidad, llenarse de amor en medio del más grande desamor, y cuando abre su mirada, es tan amplia y tan límpia, que labra surcos en los ojos sembrándolos de estrellas y luceros, de un hueco hace un impulso, de un tropel de juncos hace él una extensión de labios y guarda todas las metáforas en su diario...

Es un alfarero del mundo, dibuja sueños, traza sonrisas, luces, miradas, palabras, lágrimas... los hace puentes y se hacen cómplices con la gente...

Agradezco a la vida el don de su amistad... incombustible total, con una nota inmaculada y plena, que brilla como la luz en el campo sideral de las estrellas.

lunes, 8 de febrero de 2010

Ve Soñando...



A veces meto el dedo en la llaga
alcanzando su parte más preciada,
tocando mi alma,
deshago su forma en mil pedazos
limpiándola …
Hago inventario, deshago y me deshago
y luego guardo mis tesoros,
poco a poco lo voy cubriendo todo
con la armadura de mujer dura,
y a pesar de ello
oigo como grita el alma,
desgarrada,
Cuando la dejo encerrada
haciéndome oídos sordos.
Pero se le desata la prisa-y no hay modo-
su sonido estridente me reclama …
Se parece a ti
que desde algún cosmos lejano,
de todo te disfrazas y me atrapas
-y yo que lo presentía-
al igual que de mi alma,
de ti también huía …-pero nada-
primero ella se liberta y me alcanza
Y es cuando tú, me abrazas.


Yo sé que estás pensando,
Que yo como luna febril,
Bajo tu cuerpo temblando
Bajaré de mi universo
De los espíritus mansos.

-algún día … ve soñando …

jueves, 4 de febrero de 2010

Me quedo contigo.


Desde cuando te estoy esperando,

ni me atrevo a decirlo

por si acaso lo olvido...

Y mira que miro el cielo

por si me cae encima contigo,

y mira que contemplo auroras...

pero chico, ninguna me enamora,

supongo que te hice único

mal hecho... eso de cerrar el pecho. Pero hasta bien me siento.

martes, 2 de febrero de 2010

Levedad.


Tú dices que huelo a azahar y al jazmín de las tardes que dormitan sobre los alberos...

Que soy como la miel con limón, como el vino Mistela que se mezcla con una pizca de naranja ácida...

Que mi sonrisa despliega en abanico el arco iris y llena de luz mi cara y mis pupilas... y también las tuyas...

Que cuando me miras caes en el abismo profundo de todos los océanos y te pierdes y te encuentras en ellos...

Dices que logro romper en mil trozos el espejo de la soledad donde te miras...

Que soy como el susurro de las caracolas en las rubias arenas de tu playa... y que mi mirada, la escondes en la tuya para que nunca se vaya...


Y qué ignorante yo de tu batalla...


Yo no quiero mirar, no quiero cambiar mi mirada de amistad por un imposible que te lleve a la derrota a la sombra de mis miedos...Tú te quejas que no quiera verte, y sabes que tengo otra forma de mirarte, yo te miro platónica y tú, me llamas anónima cuando dices que es porque yo no te veo... quizá sea tu ilusión cegadora que te ha vuelto ciego, porque yo si te miro y además te veo y te siento...

Pero yo soy como el viento de sal y de mar, que pasa y se va...

Si me necesitas extiendo mi mano y luego vuelo, nunca me quedo, en el mismo lugar donde me dejó la puesta de sol del día anterior...

Mejor te quedas en tu jardín de los sueños que yo, como siempre estaré en mi universo.

En cuanto al amor,

ya tengo uno muy viejo

clavado en el costado

como un aguijón del que no me desprendo,

no quiero hacerlo...



Aprendí a caminar... desde entonces corro

Aprendí a volar... y desde entonces,

no tolero

que me empujen para pasar

de un sitio a otro...

Libre de elegir, como dijo Zarathrusta.


Nietzche.




Yo corro como el rocío se resbala por los labios de todos los ocasos y todos los amaneceres...
Hasta que el aguijón de ese amor viejo de mi costado, se desprenda solo con el tiempo, y me pare otro nuevo...