Yo no sé la verdad del mundo-qué más quisiera-
en todas las respuestas me encuentro
lejana y maniatada…
siento el peso sobre mi,
como si fueran las aspas
de un molino que al cielo se alzan,
en solitaria calma y aparente desvarío.
A veces soy un mar en calma
otras un acaudalado río
y muchas otras un viento airado
en desafío…
que blandea mi talle
e incendia los estíos…
Unas veces soy blanda y aquietada
y cuando el mundo me golpea violento,
siempre me encuentra en plena lucha
cuerpo a cuerpo,
y siempre pierdo.
Será porque rebelde,
mundo, yo te niego,
y te me pierdes en las sienes-no te comprendo-
dame una tregua…
¿no se puede?
Besos, sabes no siempre la derrota es negatíva, de ellas también se aprenden....
ResponderEliminarAbrazos....
Siempre hay tiempo para hacer lo que no pudimos, muy bella poesía.
ResponderEliminarBesos
Hermosa reflexión, es cierto siempre se aprende de una derrota. Mucha suerte.
ResponderEliminarRicardo Felipe
No creo, querida amiga, que siempre pierdas... pero, incluso aunque fuese así, yo te animaría a seguir luchando, contra viento y marea. Y, si la vida te concede una tregua... coge fuerzas y recarga el ánimo.
ResponderEliminarBesos.
Hay dos recorridos que iniciamos cuando nacemos: ese que vivimos de puertas para afuera y ese otro, más disimulado que surcamos puertas para adentro. Los dos son sumamente difíciles, pero en uno solo somos parte del problema y en el otro todo depende de nosotros mismos.
ResponderEliminarVivir apasaionadamente, vehementemente, crea muchos problemas de puertas para afuera. Hasta podría decirse que se pierde a menudo. No es fácil, realmente, pero en ese recorrido -el que se hace por el mundo interior- siempre se gana, por el mero hecho de ser uno lo que realmente es. Y eso es lo más importante.
Todo está bien... Tu supremo poema, sobre todo.
Un gran abrazo.
Paz!..en esta noche paz..para tu espíritu.
ResponderEliminarque descanses caperucita..
besazo en el alma