Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

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La Tierra

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miércoles, 7 de octubre de 2009

Ese Instante Común...


Adelantándose a la lluvia, mi amigo rompe el aguacero…


Va ahuecando los surcos de dentro y va regando la pena, para que nunca se seque y fluya muy honda por sus venas.


Absorto en el oficio de sufridor, se da golpes de pecho, se arranca el corazón, y éste, a jirones, sigue cantando la canción, lo arrastra en su corriente y se abandona.


Para él ya no hay futuro, ni pasado, todo es ahora, el aire ya no es su espacio, prefiere buscar la paz de las mareas que encuentra en el llanto… se sumerge en él, se desvanece limpiándose, en ese injusto vaso que se agita su corazón inmenso sin medida.


Luego todo vuelve a su cauce… emerge… y se repite siempre…


Esto viene a que tengo un amigo, al que su mujer ha abandonado, casados tan solo hace tres años y siendo su novia desde la adolescencia, ella dice que se le ha acabado el amor y a él no le ha cambiado, por lo que dice que se le ha partido la vida, hasta el día que parece estar mejor, derrama tristeza mal disimulada.



Y le afecta tanto, tanto, que siempre se está lamentando, se lamenta de su vida, de su suerte, de su maltrecho corazón, de su desamor, se lamenta de sí mismo a solas y con todos sus amigos…



Ya no acepta los consejos-aunque no sirven para nada- pero al menos debería de tomar las riendas de su vida, nada le surte efecto, se revuelve en su dolor y ya no sabemos qué hacer, es siempre más de lo mismo, a veces con mucho tacto yo se lo digo.



“Amigo mío debes dejar a un lado ese testamento de desamor inoportuno y repentino y poner alguna medida, que ya parece una gripe de verano que nunca curas” y él me mira con lástima y con ternura, pobre criatura. Luego se va calle abajo como un niño sin madre lastimado y yo me quedo mirándolo impregnada de su aire atormentado. Qué mal me he encontrado al decirle eso.



Tantas veces el amor es un patrimonio de cantos agridulces, de manojos de sueños compartidos y no compartidos, que se hace cuesta abajo seguir el consejo de quienes piensan que te están cuidando, yo lo entiendo, y lo escucho durante horas si es preciso, pero no le voy a acompañar en su llanto, creo que sería peor, pero si que entiendo que no hay antídoto capaz de evitarlo, capaz de cortar de cuajo, ese sentimiento repartidor de caricias, volador de corazones, bebedor de amaneceres, que te llega y no lo elijes y que sin más te abandona de repente… y no por eso se renuncia a ese instante de magia que encuentra los cauces en donde derramarse, ese instante común de vida y sangre…

1 comentario:

  1. Vida y sangre, si amar no doliera difícilmente saldrían cosas bellas en su nombre, desde el dolor salen bellezas....Gracias por compartir...


    Besos......

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Huellas.