que no tenía tiempo
para escribir a un amigo,
para arreglar una injusticia
para entonar una canción
para pensar en los de más.
No tenía tiempo para darse,
para amar, para vivir de verdad,
pero desde hoy tiene tiempo ilimitado.
Ha muerto mi amigo, “el siempre ocupado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Huellas.