en el humus de esos ojos: laberinto, tentación.
Donde mi quimera es única.
¡Déjame descansar en los arcanos del fruto de tanto vivir… Dibujaré un arco-iris para ti, de perfumada primavera, volando desde los confines a esta caricia que en mi pecho habita; juntos al amanecer nos agarraremos a los sentimientos.
Regálame el juicio que calme mi desenfrenada locura, más soy un corcel trotón, y galopo las montañas de mis sueños.
-¿Cómo volver a la oscuridad sin que mis labios te digan Te Quiero?
-¿Porqué no me llevas a pasear a tu edad y a jugar con el proceder de tus ojos, si los dos supimos que se cruzarían nuestros destinos?
-¿Cómo tú que conoces al mundo no te percataste de mi?
-¿Cómo atreverme a fisgonear en ese corazón de hombre esquivo?
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Huellas.