
Una vez fui errante gaviota,
Hasta que un sol ardiente
Se fundió en mi frente,
Quemándome las alas.
Entonces perdí la noche
Y se fue el sueño
Entre mis manos,
Tratando de recomponer
El tiempo de arena
Derramado.
Se pararon los instantes
En que el reloj,
Puso fronteras al sueño
Y me atrapó el desvelo
Haciéndome esclava,
Del anhelo
De ser gaviota sobre tu cuerpo.
Alguien fue mucho
Para que yo libre gaviota,
Ahora sea:
Cárcel, ceguera, frontera
Y muro.
¡Qué desvarío ¡
ya no ando por los aires,
que unos ojos como sables,
abren surcos en mi sangre
para dejarlos vacío.
¡esto debería ser inconfesable¡
pero confieso que ya soy,
mujer y ave
a partes iguales,
una blindada amante
y la otra…
libre y errante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Huellas.