Un día te encontré,
no sé cuando ni porqué
solo supe que
al mirarte
ya antes, te miré,
que te alimenté
y caminaste en mis pasos
que te adentraste en mi ser
te adueñaste de él y
lo hiciste tan nímio que
ya nunca fui, sino fuiste.
Y hoy como ese siempre,
avanzas, lo arañas y abres
y emerges de él
con la misma luz de ayer,
parece de sueño,
y quizás lo sea,
porque allí en mi gesto,
entras saliendo
metiéndote en él,
y no por mis pupilas,
es algo más que “ver”
puede que sea y sea,
donde el llanto llora,
donde el gozo goza
donde el tu y yo,
se encuentran,
porque es más allá,
más allá de los ojos
donde tu y yo nos vemos
allí donde nace y muere,
todo consuelo…
si acaso en la presencia
del eco, un día…quizá
¿nos vemos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Huellas.