Malos vientos vienen, para el mundo, malos, es como un azote de aire huracanado que sirve de refresco amargo para los acabados.
Me asusta, me muerde, su frío es como las armas de metal que brillan muerte, vientos de soledad y de recuerdos, lamentos en los oprimidos pueblos, viento turbio que hace más denso el deseo de los sueños.
Es como la aureola de verdugo sobre la mano blanca del que fue mundo, que ya ni es mundo, viento desnudo que se cierne sobre la luna y sobre la pared blanca que dora el sol, buscando algo que estrangular y oscurecer, aplasta flores, animales y a seres, viento deforme que azota al más inocente, demasiada vida débil para tanto viento malo.
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Huellas.