Si callas otorgas
y acudo si me llamas,
es algo superior a los dos,
que agita, que altera
escribiendo en la piel
y sin palabras,
ese otro lenguaje
que nos delata…
es el sabor de tu sal
en mi agua,
para apagarnos el fuego,
que nos arrasa
dejando signos
para definirnos,
yo digo que
mientras me escribes
me abrazas,
podría valer que me equivocara,
pero otorgas,
porque callas,
y acudo cuando me llamas,
para bebernos al unísono,
la madrugada…
y emborracharnos de luna
hasta caer nuestras máscaras
que ya tiemblan en el agua,
yo callo y te incito,
tu hablas y me desarmas…
¿acaso no es así cuando uno ama?
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Huellas.