
Me gustó conocerte.
Era un día reluciente de principio de Noviembre, esos días que llevan una placidez de hojas de otoño que comienzan el trayecto de las ramas al suelo, cuando las tardes se acortan y las noches se alargan. Yo estaba sola en una celebración de arte, y parecía estar buscando a alguien, estaba lleno de poetas, escritores, artistas varios... había sido invitada por alguien a quien ni siquiera había visto antes, sé que le conocía pero no tenía su imagen, en una de las mesas abandonadas por el ir y venir de la gente, sentado, había un chico, tenía la mirada huraña, de quien mira todo de un solo golpe, de pronto sus ojos encontraron mis ojos, se miraron nuestros ojos.
Mas tarde al sentarnos a la mesa un poquito retirados, no comía nada, solo miraba, parecía querer llevarse mis ojos a alguna parte… entonces le dije ¿no tiene hambre? Para ver si así, dejaba de mirarme.
Su respuesta fue de lo más original: “cuando alguien tiene el pensamiento cautivo, no siente el hambre” su mirar se fue achicando y sus ojos se tornaron aún más si cabe, negros como la noche.
De repente me vi en otro plano, sentada en una silla roja de terciopelo, los objetos y las personas se movían a un tiempo y me sentí aturdida, parecía que aquella silla me mantenía elevada observando el naufragio de los otros. Él estaba a la orilla de una playa. Me sacudí o me pellizqué y vi como nadie se percataba de todo aquello, todo el mundo se reía, comía, hablaba y él solo me miraba, sin poder apartar tampoco mi mirada. De pronto él, se levantó para marcharse y al pasar se acercó a mi oído y me dijo: Los días deberían siempre tener la tonalidad de tu cabello, la forma de tus labios, la intensidad de tus ojos, son como pájaros que vuelan, y que un día, espero no muy lejano, se pararán a oír mi corazón acelerado… buenas noches poeta extranjera.
En todos los tiempos se ha mantenido en la humanidad el interés por dos grandes temas: El amor y la muerte; aunque en tiempos atrás podrían haberse manifestado como dos grandes tabúes, estos, han ido incrementándose en la atención de los hombres y han ido tomando fuerza vital en su vida.
Amor y muerte surgen como un hito fundacional en los momentos en que la mano del alma alcanza a rozar lo absoluto; sumergirse en amor y muerte, en soledad esencial pero en comunión con otro, presente o ausente, es lo que en un principio hizo posible que existieran como fuentes y desenlaces de la vida. "Morir de amor", que es una de las formas de esta relación, puede darse como fruto de tocar lo paradisíaco, o como resultado de la tragedia del sueño amoroso. "Amar hasta la muerte", otra vertiente del arrojo del amor, conlleva la fuerza de vincular este absoluto a otra experiencia absoluta, de manera que alcance una sublimación con visos de eternidad. En el amor frustrado, la muerte es una redención en la que nos hundimos como esperanza. La muerte, transfigurada por el amor, es una vertiente de vida. De vida eterna. Así también, constituye una palabra dirigida a quienes viven, de que no teman a la experiencia que funda; que no la banalicen tampoco. La respuesta debe ser la veneración de la palabra, del verbo. "Estando ausente de ti/ ¿qué vida puedo tener,/sino muerte padecer/la mayor que nunca vi?" (San Juan de
A veces, de mirar tan alto no se ve el abismo que se pisa.
Unos van de enterados y otros de imbéciles redomados
Que no saben hacer la o, con un canuto
Y entorpecen a los demás
Para que no se note demasiado
Su absoluta incapacidad
Para ocupar un puesto no merecido
que se han encontrado,
por estar en el momento y el lugar adecuado.
La vista no, no podría mirar a los ojos del mundo, ni advertir su fealdad ni disfrutar de su belleza …
El oído no, que no podría oír la risa ni el llanto ni la música, ni el viento entre los árboles …
El olfato no, que no podría distinguir los olores familiares, ni el aroma de las flores, ni el olor a sal de mi mar de al lado…
El gusto no, que no saborearía las frutas, el sabor de unos labios, la sal y el azúcar …
El tacto no, que no sentiría el contacto cálido de unos brazos, la suave caricia, la piel, las manos …
En estos tiempos después de valorar lo que pierdo en los demás sentidos, preferiría perder el sentido común, que para lo que vale en estos momentos y para los pocos que le dan peso y lo conservan, perdería el sentido común … y conservar el resto, me satisface más, visto lo visto.
Ver no es lo mismo que mirar, y al mirar, no todas las personas ven lo mismo.
Los más ciegos son los de la mirada conveniente.
Y escuchar no es lo mismo que entender. Hay quien no sabe escuchar, y quien aún sabiendo, no entiende una palabra de lo que escucha. También los más sordos son los del oído conveniente. Un ejemplo de ello son los políticos que no entienden lo que escuchan, ni siquiera a sí mismos, a los hechos me remito, sin ningún “inconveniente” “donde dije digo, digo Diego” …
La vida es muy peligrosa.
No sólo por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa..
( A. Einsteim)
Que tu verdad y la mía
son casi lo mismo
solo son dos puntos de vista distintos,
que no significa ...
menos o más, ni bueno ni malo,
si diferente,
y qué diferente podría ser todo
si en vez de alzar los puños
abriésemos las manos.
Cultivo una rosa blanca
en julio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Pero para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo ...
cultivo una rosa blanca.
--José Martí--
Vive... Vivamos
Como debemos de vivir,
para que al final,
sepamos irnos de aquí,
con las manos vacías
y el corazón lleno
de miradas, de hechos, de nombres...
Tu mirada
colgada de mis labios,
clavada en mi pecho,
como encendido diablo...
y ya,
no hubo Dios,
hasta que me atreví a escupirlo.
Anda ven,
toma,
te presto mi silla
húmeda de luna,
y mi pecho horadado
por un artificio planetario...
y deja la cruz en el alféizar
aquí, donde he dejado la mía,
que faltan mil y una noches
para el día,
que se ha vuelto loco el cosmos
velo como llega.
Embriagado,
Como nosotros, ambos.
El poder de la coma
El poder de la ubicación de la coma.
Lee y analiza la siguiente frase.........
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda."
Falta una coma ¿no? ¿Donde?
Solución:
Si eres mujer, con toda seguridad has colocado la coma después de la palabra mujer.
Si eres hombre, con toda seguridad has colocado la coma después de la palabra tiene.
Desconocido
Cuando era pequeña,
a veces a mi abuelo
se le llenaban los ojos de pasado,
y a mi, me daba miedo
porque pensaba que si
entraba demasiado
podría quedarse...
y allí, yo no entro,
ni siquiera era un recuerdo,
ni un pensamiento,,,
Por eso llegaba y al mirarlo
salía corriendo,
a sacar su memoria,
del camino de mi ausencia…
Tú, extraño inquilino en mi pecho acelerado,
es tu mano la aguja, tu voz mi latido,
corazón perdido,
sin equipajes,
sin conciencia ni grilletes…
dime que me quieres.
No debería quererte
que tú “pa mi” eres tormento
pero soy mujer valiente
que por ti bebe los vientos.