domingo, 22 de agosto de 2010
En el Muelle
La noche se crece señalando el camino
me envuelve y me llega su olor marino,
el aroma colombino se esconde en mis bolsillos
y asoma la luna orgullosa por el muelle del Tinto,
se respiran los aires de descubridores antiguos
y se me dobla el alma sobre la paz del puerto.
Cierro los ojos y entre las pestañas
siento las gotas mojadas,
no hay otro lugar en la noche
que desprenda más magia
donde mis pasos se desprenden desgranados ...
Los abro, y un paisaje insondable
dibuja el pincel dulce y salado
sobre la negrura sin tregua de un cielo estrellado,
me emborracho de sueños
que hacen piruetas sobre la caleta
y se mecen en un pulso ligero
sobre las aguas ...
Se ha parado el tiempo y me voy deshabitando
sobre la piel de un verso,
mi corazón es el instrumento que canta su silencio.
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ah... qué belleza de palabras...
ResponderEliminara uno le hacen viajar por el mar, por el silencio y por la poesía...
hermosas de verdad, amiga..
besos miles
Extremadamente bellos esos últimos veres con los que cierras este bello poema. Bello poema y bellas sensaciones, hechidas por la magia del momento. Muy bello ese palpitar, el del alma profunda que se asoma a la vida en esos instantes de intensa intimidad. Muy bello...
ResponderEliminarY toco madera...
Te doy las gracias y lo hago con todo cariño.
Gracias amigos sois un encanto.
ResponderEliminarMe alegro de estar por aquí veros.
Emilio si tocas madera que sea la de una guitarra, tú que llevas la música en el alma. Besos a ambos.