Los latidos de mi corazón hieren la noche
Se derraman, uno tras otro hasta que me apaciguan
Mi corazón te busca, sin encontrarte,
Se deshace en el aire delatándome, y la tristeza,
Se hace pequeña ante un amor tan grande.
La noche brota y tú llegas con mi sueño,
Bebemos ambos de la locura ,
sn tocarnos.
No me siento en mi, porque es en ti
en donde habito.
Con las baladas del verso,
Con el amor en el tiempo,
Con el amor desatado
Poblado de silencios,
Y el amor desplegado
Siendo siendo …
Mis latidos al aire, amor,
Son solo besos
Besos de agua fundidos con el cielo,
Amor, con este amor desobediente y terco,
Sucede que te quiero
Y te lo grito, para que la palabra calme, dome,
Disuelva y arrastre los deseos de la noche.
encontré la claridad para el camino”.
Morderé tus besos para saciar mi sed
Y respirar el azahar y la yerbabuena
Que destilas en el perfil de tu boca
Ya no sé cuantos besos te debo…
Aquí te los dejo…
Que detrás del horizonte
Se queda el corazón.
Caro, tú eres y seguirás siendo una fuente inagotable de hermosísimas palabras. Nunca cambies esa manera tan sutil y linda de bailar entre las letras.
ResponderEliminarUn abrazo, Nell.
Bueno...bueno..bueno...KArola...te dejas caer por aqui de tarde en tarde...pero merece la pena esperar..."No me siento en mi, porque es en ti
ResponderEliminaren donde habito"..poesía y meta juntas...hermoso y sincero...“No niego que en tus páginas de impecable poeta equivocado encontré la claridad para el camino”...luz a los ojos del alma...y si...siempre queda el corazón detrás del horizonte...pero uno puede aproximarse a ese horizonte cuanto quiera...besos
Furiosamente intenso, Cinta. Delicadamente bello. La verdad es que nos estamos perdiendo muchos tesoros teniéndote tan lejos, porque tu capacidad para crear maravillas, para conmover, para ensimismar, ese sencillamente ilimitada.
ResponderEliminarPero el manantial que alimenta todo esto es tu capacidad de interiorizar y sublimar el sentimiento. Tu corazón siente lo que el resto de los mortales apenas intuimos.
Es una maravilla lo que escribes y nuevamente te emplazo a seguir escribiendo, que se te echa de menos. ¿Y por qué lo hago? Utilizando tus palabras, "sucede que te quiero". Y sucede que te quiero feliz, y que te quiero en paz, y que te quiero ilusionada, y que te quiero inspirada. Tantos quereres...
Un grandísimo abrazo. Cuídate mucho y no nos faltes.
Aprovecho para darte las gracias por lo generosa que eres. Tus comentarios siempre son un gran regalo, pero el del pasado sábado, supera con creces lo que yo jamás hubiera esperado de alguien. Que tu vida sea un agradable bendición.