Conozco las palabras
y a veces,
me roe el absurdo en sus orillas
y salgo al paso
creciéndome en el goce
de mi fuerza sin medida.
Capturando al instante
la mala cumbre del latido
posándose allí donde yo guardo mi halo.
A veces la verdad llega a tiempo largo
pero da paso al hallazgo,
las palabras se alzan en laberintos
y hacen al mundo a veces árido
cuando no se dosifican,
y se convierten en humo
y se tose con olvido.
Un filo que danza al vacío ...
y nadie impide a quien lee
fugarse hacia otro espacio
donde los ojos se llenen de brillo.
Y cuanta razón llevas. Me gusta tu blog y venir a leerte para mis ojos se llenen de brillo. José.
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