Que no te pase como aquél
que no tenía tiempo
para responder a un amigo,
para arreglar una injusticia
para entonar una canción
para pensar en los demás.
No tenía tiempo para darse,
para amar, para vivir de verdad,
pero desde hoy tiene tiempo ilimitado.
Ha muerto mi amigo, “el siempre ocupado”.
En estos tiempos suele pasar y en algunas personas que son así de por sí más.
ResponderEliminarIsabela,