Al amanecer
mi ciudad,
no hay belleza tan igual...
Cuando rompe el alba en las marismas
llenas de luces de sol y sal
en los esteros,
el aire huele a fresas, azahar y romero
Esas llanuras de tierra y mar
por donde Juan Ramón Jiménez
le recitaba a Platero
su burro peludo blanco y suave
por los parajes de Doñana y de Moguer.