Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

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La Tierra

La Tierra
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martes, 11 de septiembre de 2007

Así Tarde...



Porqué en mañanas como estas

El cielo y la tierra se entrelazan?

En tardes sin abrazos rompedores, exhaustas,

Sin agua que fluya, quieta y ensimismada,

Así tarde hoy te siento,

_Observando_

Esta levedad que envuelve

Un ramillete de recuerdos, apenas reconocidos.

Un latir ahogado…

Así tarde, hoy te siento

Porqué tú me alimentas con todo esto

Sin agasajos, ni ternuras

¿Porqué en tardes como éstas,

La luz y la oscuridad se penetran ¿

¿Porque las mañanas de repente
Se convierten en tardes como éstas
Que me llevan a un lugar extraño

de sentidas vivencias

Donde tal vez descubra…

Que sólo fuimos, somos y seremos

Amores sin Memoria.

Trastocando, apenas, mis vagas añoranzas

De un presente quieto

Mendigante de anhelos

Así Tarde hoy… os siento.

Aquél Poeta...


Todo aquél que persigue sueños en el fondo es un poeta, no es solo poeta el que rima o el que versa, también el que recoge la rabia y la ternura de los sueños, el que hace público su sentir y lo hace bello, el que llega al corazón de los hombres, quien pone notas a una triste tarde, quien rocía de azúcar la amargura, el que critica y hace cuenta de lo que el hombre va perdiendo, el que llora lluvia en las letras deshojadas, el que te baja de bruces al suelo y te sube en un instante al cielo, el que descubre al mundo y lo revela, el que te hace leer donde las letras no llegan, quien proclama la alegría, la tristeza, la riqueza del alma y la pobreza y que inventa cada día una utopía y le habla a la vida y a la muerte del planeta, el que sabe ganar y perder en sus letras la luz de las estrellas, el capaz de vestir lo malo de aire sano , quien viste de verde las praderas secas y ve el luto del azul del cielo, quien escribe bello el desamor y al amor lo hace más bello, quien extrae el perfume de las flores, el dolor de los pobres , el que le habla al mar y siente la llama de la tierra e inventa cada día la vida, quien se abraza a la paz y desprecia la violencia, quien regala la espera y su pañuelo alzándolo como una esperanza para una nueva era., el que aletarga las horas despertando la conciencia, el que respira el aire blandamente en el silencio de la aurora…

Ser poeta, lleva en fin mucho peso…hay que buscar palabras que sirvan de amuletos para aplacar el fuego que arde dentro, buscar una música que amanse a cualquier fiera, buscar huecos en las frentes, suspiros, buscar el blanco o el verde, donde todo es negro, marrón o violeta, no solo por rimar, se es poeta.

El poeta es incontenible.

Tu RecuerDo.


Camino por las calles de mi pueblo, donde pasé mi infancia y mi adolescencia, mis primeros escritos y mi primer amor truncado por causas ajenas que están fuera del alcance humano, quizá por el destino o por alguna voluntad divina si es que alguna hay.

Voy recuperando sensaciones de antes que fui perdiendo al crecer, sensaciones que aún se muestran con claridad, no ha pasado demasiado tiempo. Aún recuerdo el olor de las hojas recién mojadas por la lluvia y el sonido de una melodía, dulce de nuestra naturaleza, que hacen avivar este escondido y apenado corazón, introduciéndolo cálidamente en aquél hermoso sueño, donde dos almas adolescentes unificaban sus corazones en el universo.

Me gustaría que supieras que hay palabras que me hieren y que jamás te pude decir, casi no me dio tiempo, eran palabras que iban con luz, con vida, con paz, que iban y venían dentro de mi con suspiros, con ecos de amor, que aún me nutren, me penetran y me azotan si me acerco.

Me invaden como un susurro.

Mientras mis labios te saludaban, en los tuyos siempre había una espera, y con ternura y delirio siempre deseabas acercarte y mimarme.

¿Notas mi voz?

En ese frío que hiela, sufre aún mi corazón, empobrecido, y mi mirada busca refugio en la tuya suspendida del recuerdo, perdiéndose en la inmensidad de esa eternidad que te adolece y que ya imagino tierna como en calma que llega sin haber tormenta.

Llueve fuertemente alrededor de nuestros cuerpos, el mío, suspendido y real encima y debajo y en todas partes, sobre tu nombre grabado en esa piedra, donde suena más el murmullo de lo que nos rodea y el sonido de las gotas que nos bañan, y mientras, siento en un paisaje perfecto, la caricia de tu mirada que cubre bellamente mi rostro.

Un día en una fría estación, en una parada de la vida, emprendiste tu viaje, ese que te llevó no sé donde, demasiado lejos para volver, lejos de todo engaño, de toda mediocridad y de penalidades humanas.

Un largo y sin retorno viaje, muriendo justamente sin sentir dolor, donde tu alma desnuda lleva un apodo, los sin rostros, sin nombres, sin voz; donde dicen que únicamente la felicidad y la paz crece, sin saberlo, en una hermosa explosión por el universo, donde transitan las caricias, los olores y los besos.

En playas donde tus pasos siguen a los míos entre risas eternas y juegos.

Nogales donde crecen y nacen los sueños unidos.

Manifiesto público de dulzura, sonrisas y cariños eternos, un caramelo ácido por fuera y dulce por dentro, sin adjetivos.