Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

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La Tierra

La Tierra
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jueves, 10 de julio de 2008

Historia

Monasterio de la Rábida

La Rábida es como una ventana

Abierta siempre a la mar,

Para asomarse y soñar…

La luna sueña de noche

Por los esteros,

Mientras cantan en los barcos,

Los marineros…

La Rábida es un lugar Colombino donde se respira historia, unión y armonía de culturas, es para mi un lugar entrañable, sus jardines, el convento emblemático y a sus alrededores, los pinos, el césped, el puerto, detalles y escudos de países hermanos y las tres carabelas bañándose en la madrugada de los mares del mundo, y las redes que un día los pescadores sacaron plateadas de peces y descubrimientos.

Amar los lugares por lo que significan es convertirlos en una patria, una patria pequeña, como un patio, un lugar, una pared, donde dejas tus cansancios y te sientas a contemplarlos, bajo un limonero, un molino de vientos o un rosal que crece al pie de un pino, con los ojos abiertos a los sueños esperando la aurora venidera.

Ya me siento poco allí, donde sigue la Universidad Iberoamericana, ahora serán otros los que inicien sus estudios, la muchacha, el muchacho, la sonrisa, la canción, la flor, el amor, los ojos mirando, los labios tensos para besar, la mano amiga en la mano, los dedos entre el pelo, la gracia, la palabra, la amistad, la promesa, el gesto, la tristeza, hasta el aliento… todo eso que sigue sentándose en esos lugares por los que pasan nuestras edades, la historia, el transcurrir de los años, hay sitios como la Rábida donde todos tienen asiento, como esas escalinatas y ese césped donde se celebran los festivales de encuentros de culturas, el Festival Iberoamericano, bajo la noche dulce con brisa de sal colombina, que endulza y sala tantas juventudes distintas, que como esa historia se sacude los minutos de los hombros para no sentir que van pasando, pero dejando siempre esa ternura que se ha ido traspasando, hay sitios como este, ¡que cuanto hemos querido¡ mientras escribíamos versos para las bocas ansiosas y rebeldes de los 17 años, sentir limpio, ternura vigilante, ingenuidad nata al borde del jardín florido de la historia…

miércoles, 9 de julio de 2008

Mírame.

Te lo confieso, me quedé perdida en el reflejo de tus ojos, allí pude encontrarme, me diluí en tu sonrisa y no pude resucitar de esa muerte del roce de tus labios con los míos, y no pudieron dejar de temblar, dejé mi corazón guardado en una esquina de tu cuerpo y no pude recuperar la cordura de ese instante, ahora en todos mis momentos te extraño, te veo en las aristas del destino y entre la multitud veo pulular los sentimientos.

Estoy sentada bajo tu mirada y sé que tienes alas, no desesperes, a tu espera pertenece mi nombre.

Mírame, envuélveme en tus húmedos ojos y hazte caricia en la exactitud de mi rostro, alma derramada que me arrastra, beso a beso, ráfaga de sueños, porque tú lo sabes, que puedes todo ¡ y cuanto¡

martes, 8 de julio de 2008

Ay Amor...

Aúllas en la tormenta

que ruge

en la cárcel de mis ojos,

en la prisión de mi silencio

y te sueltas,

en la cadencia del verso…

y todavía la tarde

te guarda el recuerdo

y viene la noche,

y al alba desperezo

un sentimiento

que me roba la sangre,

cuando del soñar despierto.

Y así te voy atando

a mi todo

en un único abrazo,

y en mi pecho desnudo

te envuelvo…

quizá tú,

ni siquiera lo adviertas

pero hacia ti van mis ojos

y contigo,

ocupando mi memoria,

la palabra amor

incrustada en mi cuerpo.

Ay amor…

quien te llama es mi beso,

mira mis ojos

y escucha,

ese todo

que duerme eterno entre nosotros,

tan cercano y tan lejos,

de pronto…