Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
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lunes, 14 de julio de 2008

Mensaje


Se coló por mi ventana

un viento afilado,

quebró la última caricia, serenamente…

Se me derramó la vida al recordarte.

Y fui alquimista de los recuerdos

para crear oro cuando suspire

con las perlas de tu nombre.

Huyó la luna y regresó eterna,

Dejando tu mensaje en un reflejo

“búscame en las partículas del aire”

“pa” respirarme.

sábado, 12 de julio de 2008

Historias de mi Abuelo.

Mi abuelo decía: No hay que olvidar las historias del pasado, con ellas hay que enseñar a los jóvenes de mirada nueva, cómo ser libres…

Abuelo-¿cómo era la España que no he conocido?

Atada hija, siempre atada…

Procesiones, procesiones, aún tiene tu madre, (aquella muchacha lejana) grabadas las imágenes del corpus christi, que a mi cuando la miraba, me parecía un desfile de gigantillos delante, danzantes detrás y los gigantes que abrían paso a la custodia que entrenía al gentío, custodia tan deteriorada que sus adornos ya ni relucían, los ornamentos de los obispos tan bordados que destellaban en oro, de aquél que para nosotros era del que vendía el moro (refrán) los incensarios tan cargados que olían a quemado del incendio de la fe…

El fútbol y la selección, los seriales que llamaban un momento a la ilusión, al olvido de trabajar de sol a sol por dos reales… que no podían llevar a la mesa más que un poco de aceite y si acaso dos panes…

Y mientras, atrapada la voz de la desesperación, impotente, reprimida, manipulada, engañada y hasta matada, ¡alto ahí¡ eso es mentira, si no te callas, te vas a pudrir en una cárcel de por vida, eso si no te lleva el pelotón en plena noche de miedo y de temor.

Nos dejaron sin juventud niña, casi desaparecida, aquella que alzaba la voz ingenua y asqueada de injusticia, la que trabajaba desde el monte sin armas y sin comida, casi no se podía lograr la continuidad que necesita la historia de tanto borrar las palabras que nunca debías decir, para que las sentencias de muerte fueran de vida, palabras calladas con castigos, amenazas, injurias, muerte, denuncias e injusticias, cosas viejas hija, que aún duelen, arrastradas al olvido,… y un día habrá que atar lo desatado, devolver a los intelectuales que nos robó la guerra que aún quedaron claro...

¿Es posible que tanto ciegue el miedo de mantener viva la palabra de un pueblo?

Ve a dormir niña, mañana será otro capítulo… si abuelo, buenas noches.

Ladrón de Poemas.


La casa de mis padres tiene tres patios de flores y parras, y una marquesina aromada de azahares, jazmines, romero y albahaca. En las noches de verano el aire se transforma en brisa perfumada, es indescriptible narrar la sensación que te provoca estar allí sentada en el banco fumando un cigarro, la luna parece que baja y te enseña su cara, un ramillete de nubes blancas la guardan haciendo la noche más clara.

Y estabas allí, sentado en el escaloncillo del final de la escalera, el chico que me robaba los poemas de mi mesa, de mi carpeta, de mis libretas… aquél que luego se dedicaba a recitarlos en casa de sus amigos y se reía de mi, que no conmigo…

Me miraste con una mirada que absorbía, los versos, las ideas, las palabras…

Con un susurro apenas dije: Me pareces el presidente de la real academia.

El silencio rompía el aire hasta que sonó su voz: He cantado romances desde la noche al alba, he recitado versos hasta entre mis labios convertirlos en besos en tu ventana, no he dormido pero si he soñado, he llamado con los nudillos en ella hasta no sentirlos míos, a veces te he cantado, te he mirado, te he esperado, te he amado, pero siempre, te he llorado…

_ si, y también me has robado mis poemas- dije- para reírte…

_ y tú Nada, nunca me abriste-dijiste-

Pero yo ya me perdí en el lenguaje ceceante de la fuente, los pinos, las retamas y la yerbabuena, un aire fresco murmuraba en mi oído- un pelo largo, bueno para peinarlo- y al besarme desaparecía. Puede que fuera entre el pelo y los hombros, los labios o los ojos, chorros de besos de agua como un arroyo… la fuente siguió manando para siempre, y el aire sigue oliendo entre los árboles que protegen del sol a los amantes…