Porque las palabras son Puentes, como dice mi amigo Manuel de México.
Volver a la palabra, a veces las palabras muerden, esas que odian los pájaros, de garganta en garganta, o como cuando regresan de los charcos. Pueden ser más eficiente que todas las armas.
Hay que volver a acariciarla, y masticarla si hiciera falta. Porque es la voz y no es, llena de interrogantes, alzar la palabra, por la tierra, por los mares por el aire, para llegar a ella sólo queda el silencio, la alerta… escucharla.
Este silencio, este marasmo del mundo que nos rodea, bajo el ruido de los relojes, de las cosas, de las máquinas, nos dejaron todo, nos dejaron la palabra. Aprovechadlas....
Es el don de la palabra
El que hizo que pudiese decir
Tantas cosas
Y es el otro don
De escuchar
El que hace que
Todo pueda calar.
Que se me doblen las palabras
Saliendo de tus manos
Que se pare la luna en mi esquina
Y que me envuelva la noche
Violeta y enredada
Bajo la luna redonda y nacarada
De auroras y de albas,
Quiero tu voz y tu palabra
Diaria,
Para que con ella me dobles
El alma sobre tu alma,
Yo tu palabra…