Quiero ser Agua.

Si pudiera gritar
para desordenar el silencio.
Si pudiera ser río,
¡Hacedme agua¡
Sólo una gota,
Esa que se cuela cuando llueve
Por los poros de tu piel
Calando tu ropa…
Esa que te susurra mientras cae
Y entra en tu alma,
Como tu sed y tu agua,
Esa que tú apuras
En forma de saliva
Líquida y vacía…
Pero únicamente mía, mía,
Esa que viene con la muerte
Y quizás fuese la vida… tu saliva,
Martilleante y eterna
Dentro de una garganta
Sin voz…
De un fuego
Sin llama…
Ojalá fuera agua,
Muerte, tiempo, vida…
Imperceptible apenas
Como ese beso que inventamos
Escrito a sílabas,
Su sabor se perdió,
Entre aquella canción preferida
cigarros y nicotina…
y no coincidían los días.

Se ciega la marea en un estanque,
Y se hace tibia el agua…
Quiero ser esa gota
Que de ella salta
Y mojar tus labios
Y besar tu boca.
y empapar tu alma...

Dentro.

Te dejo un azahar...
perfecto,
sobre el piano,
perfume ahogado.
Búscate el pecho de un poeta
y humedece su rocío...
Que ya es muy pequeño
el beso de mi boca,
deja pasar el aire,
que cruja el adiós
como las hojas muertas,
sobre las velas que surcan
las altas gaviotas...
Que mi tarde ha soltado ya
su larga cabellera,
y la noche es otra
y viene ciega,
y yo me voy corriendo por la arena
buscando la orilla inmensa...
Las cosas caen...
el recuerdo nace...
en ese morir desnudo de mi pecho.
Te rompiste en mi sueño
y sigue el tiempo
sin lamentarlo efímero,
y mientras tanto
el insecto sigue dentro,
dentro de adentro...

Ven

Ven...
llévame a la altura de tus manos,
a la orilla de tus labios,
ven y tómame en tus brazos,
devuélveme tu tacto;
solo una minucia y servirá
para restaurarlo,
sigue ágil como los pájaros,
ven y extiéndeme a capricho
la piel de la deshora,
riega tus caricias por mis páramos...