El tic tac del reloj hiere la noche
que se va derramando por instantes
apaciguándome,
cierro los ojos y te busco en mi sueño
sin encontrarte,
mis sueños, en los que ya no apareces,
tu recuerdo envenena cada rincón de mi cuerpo,
con dosis de silencio,
será, que se me hace grande la tristeza...
como a ti, se me amontonan las dudas.
¿ será cierto que podré verte en otra vida?
la respuesta me sabe amarga
como una caricia que engaña.
Se deshace mi respiración en el aire
como un susurro que viene a delatarme,
porque sabe que aún sin tú quererlo
me traicionaste, me dejaste en la otra parte
de esa orilla, de ese mar que me ahoga.
Sé que desde algún extraño lugar te consuelas
mirándome,
¡y qué suerte¡ porque yo, aún soy materia
y me quedé cruzando el alba… pensándote.