Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
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lunes, 5 de enero de 2009

Jadir.


Tengo un amigo que es muy tranquilo, es Hindú y se llama Jadir.

Me cuenta que él nunca tiene prisa porque sucedan las cosas, en su país no se fuerza al tiempo que ha de llegar sin remedio, que todo llega, la calma, el afán, la vida y la muerte…

Me sorprende cuando me confiesa que sólo tiene una impresión del amor,”esperar”, él había amado aún a una sola mujer en su vida que no lo quiso a él, “el amor es una espera para mí” una espera que clavó su corazón en la sequía, ¡cuánto la quería¡

¿Cuál era el color de su sonrisa?

“El amor ya no es una prioridad para mí” –decía-

Ahora anda caminos, se mueve distraído, viaja por el mundo y se pierde por los lugares que no conoce… y dice que la vida es un pasaje y que puede ser un libro pero que para él nunca es un rostro, una piel o unos ojos…

Me cuenta muchas cosas y a mi me gusta oírlo, después me mira con esa mirada que acaba de despertar y suelta una carcajada, grata, sana, mágica y llena de generosidad.

Le sonrío y una mezcla de emoción y ternura invade mi corazón y quizás en cierto modo algo de compasión.

Hace tiempo que conozco su gran corazón y que he notado su tristeza que se esparce por la brisa.

En algunas personas el tiempo es cíclico, para él el tiempo es lineal…

Tiene siempre dulzura en la mirada y suavidad en sus palabras y si se ríe, mastica menta y todo se llena de ese olor.

Un día le dije “Jadir cuando te ríes, así de fuerte, todo huele a menta verde”

Él me dice” será por los ojos que ahora tengo enfrente, verdes, verdes, como la menta… verdes”.

Jadir cuando habla, serena a la gente.

sábado, 3 de enero de 2009

Travesura Infantil.

En la iglesia a pesar de estar casi llena resonaba el eco, las ventanas desnudas no dejaban pasar la luz natural de tanta niebla aquél domingo de invierno.

En la tercera fila de bancos, sus padres, la tata y sus hermanos, en la esquina de la izquierda, ella, la rebelde de la familia.

En medio del silencio el párroco del pueblo muy metido en su papel soltaba el sermón-durísimo- a los pobres feligreses.

De su boca salían las palabras llenas de aliento exaltado, como quien borda a dentelladas la faena de la represalia, acentuando el calor y el color rojo de sus mejillas etílicas.

En la esquina izquierda del tercer banco, una niña se agitaba entre aburrida y sobrecargada de tanta información descuartizada, tomaba aire, ladeaba el rostro hacia su padre y de repente, se sintió perdida en medio de tanto torrente de palabras.

En el preciso instante que el párroco hablaba de impedimentos, de normas y pecados, de los horrores del castigo del infierno y del juicio final, aprovechó la niña de once años- que la figura del púlpito tomaba aliento-para tragar saliva y soltar muy claro y también muy alto…

_Padre si por un suponer suponemos, que todo eso no sea cierto… nos fastidiamos todos no?

Porque a este paso hasta salir a la calle para oírle a usted, será pecado…

Su padre aguantó la risa, su madre clavó sus ojos en su rostro y el párroco balbuceando indignado, acertó a decir: “Cintita, sal ahora mismo de la Iglesia”.

- Si padre, sin pérdida de tiempo-

Se oyó un rumor de risas contenidas, después solo sus pasos cruzando el largo pasillo y luego un silencio expectante, la niña deseando que le diera el aire…

-Señor cura-dijo su padre- que jamás le llamaba padre, (valga la redundancia), !!! Estos niños tan espontáneos¡¡¡

viernes, 2 de enero de 2009

Acción… 1º Acto.


Hola soy el Director y voy a contaros la imagen.


Ella lleva en sus tacones

el sonido de la espera

el reloj no obedece al tiempo,

-se queda quieto-

ella posa el verde de sus ojos

en el reloj de su muñeca,

la impaciencia le vuelve los ojos

de un color imposible

mirando unas manos que son invisibles

esperando el roce de sus manos,

anhelando el abrazo…

dos cuerpos que se encuentran

en el impulso de un relámpago,

los ojos prendidos

sin palabras

y con fuego en los labios,

sonrien…

sonrisa que se extiende larga… y largo

tocará su mejilla, acariciará su partida barbilla

-que parezca un retrato parado en el tiempo-

¡Tantas veces soñado!

Cruzando mares y charcos

Para poder realizarlo…

Llueve- una tormenta de verano sobre sus labios-

Y sus ojos fueron algas enredadas

En el verde del mar…

Dos mares y dos bocas

Que se encuentran y, estalló la tormenta.


Corten…