Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

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La Tierra

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miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Antes es el principio y luego es el fin?


Dicen que quien conoce los fines entiende los principios.


¿Conocemos nosotros nuestros fines y nuestro principio? ¿Es el fin el principio?


Saber es crecer y la naturaleza es sabia, ¿Por qué entonces no nos saca de la simple hipótesis?


¿Tenemos derecho a saber de donde venimos, porqué estamos y a donde vamos?

O quizá es una utopía más que sepamos el principio y entendamos el fin…


¿Nacemos por un tiempo incierto e irregular y después solo es morir?


¿Y qué sentido tiene? o quizá no necesariamente tiene que haber algún sentido…


Relacionar nuestro pensamiento con el caos y la improvisación no es otra cosa que negar lo que no comprende nuestra perspectiva, es propio de nosotros otorgar cualidades sobrenaturales y fantásticas a todo lo que desconocemos, pero todo está perfectamente armonizado en la naturaleza, y nosotros estamos en ella ¿por qué?


Si el bien es escoger lo mejor, lo puro y lo incorruptible, si lo justo es dar a cada cosa su valor y relación, si el orden es poner cada cosa en su lugar natural, bondad, justicia y orden son los sostenes que mantienen la naturaleza viva, ¿Porqué entonces tantas intrigas, mentiras, y tantos misterios?


Entonces no somos tratados bondadosamente, ni justamente ni ordenadamente, si nadie nos explica cuales son nuestros orígenes, ¿es que no lo sabe nadie o no hay forma de saberlo? o acaso estamos, pasamos por aquí con esa condición,”No Saber”.


¿No somos individualmente un minúsculo dios? “a Imagen y Semejanza”, dijo alguien, o somos pura casualidad, o venimos de un alga marina o quizá sea verdad que venimos de ese mono evolucionista…


Si estamos provistos de inteligencia, que es alcanzar el alma de las cosas, saberla, entenderla, sentirla en cada una de nuestras manifestaciones, cultivarla y utilizarla… ¿Porqué no tenemos acceso a saber de donde venimos sin buscar, o hacia donde vamos, y por y para qué estamos? ¿porqué no llegamos a esa información?, esa es la intriga, el clic de la cuestión, que alguien puso ahí... o no hay cuestión…


¿Acaso hay un momento justo, un después para saber?, Y ¿eso porqué?


Si todas las manifestaciones de vida están condenadas o llevadas al fin de nacer, crecer, desarrollarse, expresarse y morirse, si es una ley de principio, porque si, como lo es la casualidad, porque si, pues puede ser aceptada, asumida, y llevada con naturalidad… pero entonces, ¿Porqué tantas historias, tantos cuentos, tantas intrigas, tantas conjeturas, tantos secretos?


Lo peor es no encontrar fin a todo esto, pues no es un jardín de rosas.


Toda especulación es tan inútil como hacer agujeros en el agua, o construir en ellas la caverna encantada que albergue los sueños de toda la humanidad.


"Que el canto tiene sentido

cuando palpita en las venas

del que morirá cantando

las verdades verdaderas... Víctor Jara.


martes, 29 de septiembre de 2009

Bajo la lluvia.


El Sábado estuvo lloviendo todo el día, por la mañana estuve haciendo algunas compras por la zona del mercado, zona céntrica de multitud ruidosa.


Con tanta bolsa en las manos, no abrí el paraguas y me deje mojar…


Jadir destaca en un paisaje muy poblado, así que lo identifiqué y ya me estaba mirando, también se dejaba mojar…


En el instante preciso y rápido de levantar la mano para saludarnos, me quedé mirándolo y el pensamiento voló entre la multitud, lo miré absorta analizando a aquella persona que me despertaba tanta curiosidad y cariño, no sé ni por cuanto tiempo.


Recordé cuando nos conocimos, durante bastante tiempo estuvimos caminando por los senderos del silencio, cada uno en su pensamiento pero muy relacionados, nos dimos cuenta que hablábamos casi el mismo idioma, fueron pensamientos compartidos y bastante gratos, y desde entonces nos sorprende que en cualquier distancia nos sabemos reconocer.


Jadír es muy alto y delgado, lleva el pelo encima de los hombros hermosamente descuidado, su piel es morena clara algo aceitunada, sus facciones son finas, sus dientes muy blancos, los enmarcan unos atractivos labios, y sus ojos son grandes y almendrados, con largas y negras pestañas y no sabría definir el color que le envuelve la mirada, a veces son destellos de oro claro, como si un campo de girasoles se levantara y en ese horizonte de amarillos, se mezclaran los colores avellanas y el verde oscuro de las copas de los árboles perdiendo tonalidades cuando las mueve el aire, no sabría buscarlo en la gama de colores que adornan una acuarela, pero son muy interesantes, misteriosos diría yo…


Mi amigo es ligero, a veces como una brisa suave que baja del cielo, le apasionan las cosas ligeras, se deja llevar por los embates del mundo sin oponer resistencia, le gusta todo aquello que llena la vida, las cosas que no se ven, los misterios.


Su madre es profesora de Sánscrito en Oneness University , él sentía devoción por esta lengua llena de misterios y devoción por su madre, así que decidió descifrar el misterio de aquellos signos muertos y se adentró en ella, me admira la capacidad que tiene de soportar la dificultad y el sacrificio, él dice que nada resulta demasiado pesado si nos acercamos sin miedos, me gustaría tener ese don de llegar al fondo de las cosas, despojarlo de lo innecesario y sobrero, como él, libre sin excesivos lazos materiales.


Jadír nunca coge lo que no necesita, solo lo que le resulta imprescindible para tomar o seguir su camino, sin embargo es un apasionado de las letras y el silencio, dice que se parecen a la vida, que son sus retratos.


Como me gustaría profundizar en la vida sin permitir que ello me hiciera demasiado daño…


Un día de estos le voy a preguntar a Jadír si el sábado cuando ocurrió esto, el también me analizó a mi, en la multitud y bajo la lluvia.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Amor arraigada escena del preludio de los tiempos

De Amor se han escrito ríos de tinta y se han rodado sobre él todas las películas… y aún no se ha escrito la última palabra…


El Amor, La fuerza del Amor, esa que arrastra inevitable, a ese punto donde pueden coincidir los sueños de todas las soledades y que por sabernos en él sin palabras lo buscamos, y existe y es ausente presencia porque aparece en cada rescoldo de luz al llegar la mañana, unas veces en el olor de la almohada y otras en un cálido sorbo de café, y nos sentamos a su lado y manifestamos nuestro ser cuando se esparce y lo respiramos…


El Amor, ese misterio sin nombre, quien soñara retenerle, alzar un altar o sostenerle, aún sabiendo que siempre duele.

Que no fuera más libre quien volara ni más sutil el bulo de atraparle y aún siendo a veces tan fugaz el conocerlo, quien después de encontrarlo de dejara…


Inmensidad incolora,

forzosamente triste

forzosamente alegre,

que aspira el aire incierto

de la también incierta vanidad de su nombre…


Amor, invisible inquietud,

minúsculo silencio

apariencia de vida

que como el mar, luchando

se encrespa por la piel

y nos atrapa el alma…


Amor arraigada escena del preludio de los tiempos, no distingues materia, ni fechas ni éteres, ni cantidad ni apenas causa, pues temporal o esencial, lo eres todo, al ayer me retorno y te diviso ancestro de los humanos; allí, donde herraste tu vestigio, yo retorno.


Y aunque muchas y variadas lidias empañen tu periplo, bramas en el pecho con ahínco; vértigo, pólvora en tantas entrañas, ígnea catarsis, retahíla ávida, sájanos el alma.


Sentimiento perentorio menester, a veces prócer, otras crónico, tú que desafías aún el asueto, ven en nuestra busca que en todos los tiempos te estuvimos esperando, como un hálito verdecido que no habiendo fenecido, nos susurre musitando: Aquí estoy soy el amor, al que estáis esperando…