Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
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sábado, 3 de octubre de 2009

La luna del Espacio.


Era una mañana suave de otoño incipiente, el sol era leve y acariciador y el aire repleto de azules mezclados y confundidos en una tonalidad de cielo transparente, con otro azul luminoso sin mácula o con las nubes blancas que dejan las nubes.


Hubiera sido un paseo como cualquier otro, si tú no hubieras aparecido.


Hubiera querido decirte o que me dijeras, pero yo callé por no dañarte una vez más, para qué decir lo ya tan repetido, y tú cuando acogiste mi mano entre tus manos, callaste, temeroso de poner en evidencia tu sed, tus ojos dejaron libre el pensamiento haciendo cabriolas, como si fueran pájaros, como si yo toda, fuera un árbol con todas sus ramas donde posaras tu trino con la alegría osada que vence los obstáculos.


Te miré y pensé de inmediato que entre tú y yo no sucedería nada más de lo que ya sucedió, y fue mucho, una montaña enorme de sentida amistad, si hubiera sido de otro modo, ya hubiera notado alguna mariposita en el estomago y en este caso algo quedó escondido en la luna del armario…


No hay ruido, ni latidos, ni pasos iluminados bajo la otra luna que brilla en el espacio.


Es un cariño sin golpes de pecho, lo que yo te guardo.

viernes, 2 de octubre de 2009

Y tus besos...


Te he soñado hoy

entre colores de arco iris

y he vuelto a morir

en tus ojos irreales.


Y tus besos

Han caído sobre mí

verdes, rojos, amarillos, azules…



He creído volar

sobre cielos imposibles,

Y he caído…

en lo blando de tu pecho,

al fundirse mis alas de cera

al calor de tus besos…


Derretida-la nada de mí-



El arco iris se ha ido destiñendo

entre mis labios

y mis labios de colores

se apoderan de tu alma

y tu alma de mi alma.


Tu corazón, está conmigo

había quedado esta noche con él,

late desenfrenadamente, y en cada latido

siento una caricia que desborda los límites de mi piel……

jueves, 1 de octubre de 2009

Gracias.


Cuando hablas te escucho con los ojos abiertos y la atención alerta y completa.


Me encanta oírte.


Adoro tu forma de hilvanar historias que hacen volar el pensamiento y recorrer espacios fantásticos.


Tras tu voz, visito parajes que nunca había imaginado, regiones que tú describes entreteniéndote en cada detalle.


Me gusta tu sencillez para llamar a las cosas por su nombre, y tu sinceridad, aunque eso no signifique que seas transparente, aprendiste también y muy bien, la conveniencia del silencio, y me admiro de ese saber colocar en cada momento tu capacidad de contención, pero tanto ese silencio como tus palabras, se las arreglan para alojarse en el corazón, al igual que tu mirada cristalina, limpia y siempre sorprendida a pesar de su experiencia. Eres Ideal.


Nunca sabrás lo que me has enseñado, cuanto he aprendido de ti en todos los instantes que he disfrutado de tu compañía.


Sé que eres un ave de paso que detiene un momento su vuelo, pero ese momento es tan valioso que solo me queda guardarte para siempre un lugar en mi corazón, pues aunque te diera mil veces las gracias, no cubriría lo que quiero agradecerte.


Gracias, por ese momento que en mí, detienes tu vuelo.