Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
.

sábado, 31 de octubre de 2009

El Hueco y la Sonrisa.


De vez en cuando sucede alguna cosa, un acontecimiento que deja un hueco y avanza como una grieta en tránsito, que se desplaza, y así, se rompen las cosas…


Menos mal que siempre hay una pausa donde persisten los latidos que a punto de romperse se levanta en ágil resplandor y se cuela por la linde de los labios, y la sonrisa, se vuelve eterna y prisionera de los sueños, y estalla en carcajada y germina en el cielo de la boca y entonces… Amanece.


El Alba va abriendo la espalda de la noche, y permanece, inunda el desierto y la marea avanza en las orillas, amansa las olas y apaga la tormenta…


Y brilla el sol, llegando un nuevo día.

Y el hueco que avanzaba entre las cosas, desaparece con las sombras.

Se camina bajo el sol de mediodía y vuelven a brotar las fuerzas… cerrándose las grietas… me encanta el nuevo día… y ese desfile de escenas repetidas que son parte de la vida…


Gracias a la vida… con grietas y sonrisas…

Adivinanza.


Más que mi nombre para decir quien soy, están mis actos, mis particularidades, mis razones.


Vamos representados en la voz del hacer y en el aliento que late, en algún sentido al que acogernos, un impulso sin nombre exacto se abre paso, un temblor cobra vida, nos define, nos acoge, y traza nuestros nombres, que más da si eres Felipe o eres Cosme.


Tus actos como son, te bautizan como ser, como hombre o mujer,- igual es- y luego de ser, nos renombramos y seremos este, ese o aquél…


Me dirás como te llamas, más tarde me dirás quien eres.


Como decía Pesoa” La luna brilla en todos los rincones,

Y es porque está muy alta”

Y se llama Selene.

Si no entiendes es porque no quieres…

jueves, 29 de octubre de 2009

Y Yo.

Y Yo,

Yo también estoy pasando una mala racha.

Se me caen las cosas, las rompo, las pierdo,

no las encuentro, ni me encuentro,

y busco la soledad, y no me echo de menos,

no quiero acordarme,

no quiero…

No sé qué se me clava en el alma

contra mi pecho, no lo entiendo,

y hacia dentro me crece,

y me empapa la boca, los ojos, el corazón

y expulso al aire mi beso somnoliento,

el sol viene y se escapa,

y toca el mar, la tierra, el cielo,

y se derrama luego…

como un canto dentro, oscuro y a veces bello,

busco el valle, la cima de los montes

y abrazar otro universo…

escarbo sin tregua en la infinitud que me desborda,

y se hace amarga, alarido, fisura, gemido,

Y yo,

también siento esa inquietud

como un aliento de espuma que levanta el vuelo

para desmenuzar la sensación más honda

la pura transparencia de no saberme.

Será la mala racha,

como un hilo de seda

deshecho entre mis dedos,

pierdo hasta lo que no encuentro…

y me ataca el miedo de perderme yo toda,

por completo… como un ligero viento

desobediente y terco,

será que es frágil el cuenco donde habito,

sensible los adentros... que enajena mi pecho

embelesa mis ojos y no tiene regreso.

Será esta mala racha

como una danza ansiosa,

que me atrapa y me turba

y me roba de los labios el aliento

que he perdido y que no encuentro…