De vez en cuando sucede alguna cosa, un acontecimiento que deja un hueco y avanza como una grieta en tránsito, que se desplaza, y así, se rompen las cosas…
Menos mal que siempre hay una pausa donde persisten los latidos que a punto de romperse se levanta en ágil resplandor y se cuela por la linde de los labios, y la sonrisa, se vuelve eterna y prisionera de los sueños, y estalla en carcajada y germina en el cielo de la boca y entonces… Amanece.
El Alba va abriendo la espalda de la noche, y permanece, inunda el desierto y la marea avanza en las orillas, amansa las olas y apaga la tormenta…
Y brilla el sol, llegando un nuevo día.
Y el hueco que avanzaba entre las cosas, desaparece con las sombras.
Se camina bajo el sol de mediodía y vuelven a brotar las fuerzas… cerrándose las grietas… me encanta el nuevo día… y ese desfile de escenas repetidas que son parte de la vida…
Gracias a la vida… con grietas y sonrisas…