jueves, 22 de agosto de 2013
Reír o Llorar
A veces sufrimos por lo que es inherente a la vida,
renegamos de las emociones que nos hacen en algunos momentos infelices
pero las emociones, las risas, el llanto, la pena, la frustración, la alegría,
van en el lote y sin ellas, ni el baúl de los recuerdos, ni la lectura ni las
fotos ni la música ni la convivencia, tendría sentido si no generara emociones.
Ellas nos hacen sentir vivos, nos permiten agitarnos, enamorarnos, sentir
mariposas, ilusionarnos, recuperarnos, porque todo ese lote es nuestro motor.
La felicidad es interior, no exterior; por tanto, no depende
de lo que tenemos sino de lo somos (dijo Van Dyke) y es muy verdad.
Depende de nuestra valentía de aceptar y luchar para tomar
decisiones y salir de los inconvenientes plantándole cara a la vida y
envalentonarnos. Somos más felices con las experiencias malas y buenas que con
los bienes materiales, lo material pierde valor nada más adquirirlo, pero la
huella que dejan las emociones fruto de las experiencias que conlleva la vida,
perdura en el tiempo y en la memoria. Somos felices –aunque la felicidad sea
una palabra talismán caprichosa deseada y desigual que ni siquiera se puede
comprar- porque ponemos atención en lo que tiene sentido.
Nadie firma un contrato ni promete pasar por un calvario para
llegar a ser felices, no hay mejor paraíso que el que generamos a nuestro
alrededor. La vida con todo lo que conlleva es para disfrutarla. Y a pesar de
todo eso, hoy (mal día) como mañana que puede que sea mejor, es un buen día
para ser feliz. Os deseo un buen día.
miércoles, 14 de agosto de 2013
Las palabras son puentes...
A veces nada se recuerda de los verbos irregulares ni del razonamiento estricto de las palabras, pero no se olvida fácilmente ni uno de los rostros de los que nos quisieron y nos enseñaron a ser feliz en nuestra infancia. Los ojos son sabios saben cuando posarse en las cosas y detenerse en ellas como mariposas mientras la vida pasa... a veces es mejor el silencio que muchas palabras.
Hay miradas y también palabras que pasan de largo y otras se quedan fijadas para siempre, simples reflejos o eternas instantáneas que permanecen hasta que el cuerpo aguante o el tiempo se acabe, las palabras, algunas, se las lleva el viento, como el tiempo se lo lleva todo.
La palabra es un arma que te hunde y te levanta, la que te sube y te baja, que te da vida y te mata, que rompe, que rasga, cruza fronteras, mares y cielos y cuerpos por dentro, tiene mucho poder, por eso hay que saber utilizarla y a veces dosificarla.
La voz se esparce muchas veces rota por la garganta y las palabras caen inertes como escarcha.
A pesar de todo yo que escribo, me postro ante la palabra, sobre todo ante algunas palabras, la palabra GRACIAS, es una palabra dulce, prodigiosa, duradera, que traspasa fronteras, que enriquece provocando una conexión de sentimientos, una palabra natural que debiera estar siempre a flor de labios como un susurro... gracias, gracias, gracias... por entrar en el claustro de mi alma sin resquebrajarla.
Podrían ser mis palabras que en mi corazón tú tienes siempre un sagrario, donde no te faltan besos, ni amor, ni calor, ni amparo...
Perdóname si en mis labios navegan las palabras, solo estaba desgranando la razón y el corazón.
Yo dejo aquí mi palabra, como causa y efecto, en el espacio tiempo...
miércoles, 5 de junio de 2013
No hay jaulas, no hay barrotes...
Nada nuevo?
y bueno?
Tampoco?
Se espera tal como esperan los huecos
rellenarse de
primavera
de direcciones, de rumbos,
de canciones, de
sonrisas,
como un manojo de
sueños en
un nudo de oráculos…
Y sin embargo, aquí estamos
En el deleznable vuelo del tiempo,
En el deleznable vuelo del tiempo,
Disfrazados de mariposa
De vientos y soles
De auroras y noches
En un mundo de silencios.
.
Parece todo tan sencillo
En el preciso momento, en que lo pienso,
Un cosmos de sueño atraviesa mi ojos,
Me deja dormida
Bajo el influjo de una lluvia de estrellas
Todo duerme y el
poema que caía como falda
Se posa en mis manos llenándolo todo de paz y sosiego…
Si acaso hubiera algún que otro sueño, mientras duermo,
Mañana te lo cuento
Aunque sueños de ojos abiertos los tengo a cientos.
No hay jaula para el sueño, no hay barrotes
Que puedan retener su rebelión, la que desborda todo cauce
Sin amos, sin planos ni estrategias
Para calmar la sed, para colmar el pan
O para sembrar lo profundo
resonando por dentro, resonando
Allí están los sueños…
Soñar, soñar, quebrar el astrolabio
Para determinar la
posición
y el movimiento de
los astros
cuando no hacemos pie, y necesitamos aire fresco
y escalar la rosa de los vientos,
alzarse en las alturas cantar en los espacios… soñar, eso sí
podemos.
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