Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
.

jueves, 17 de octubre de 2013

Gotas en la garganta


Y yo pienso y digo y me pregunto
Porqué tú tan joven aún y tan poco conocedora de la necesidad en nada, tú que te lo dieron todo hecho y aún ahora,  eres tantas mujeres en una, como si hubieras vagado por el mundo desde la primera tierra y el primer transeúnte,, como si en realidad conocieras la miseria y su acérrimo aliento, como si conocieras todos los descensos, confieso que no te entiendo…
Y no lo entiendo porque aún no conoces el infierno ni le has gritado hasta quedarte afónica a la peor de las fracturas, no, no conoces aún nada de eso y sé que como el mundo es mundo, lo conocerás alguna vez, pero deseo que no sea demasiado prieto tu conocimiento, espero que no te ahogues demasiado  en sus ríos de cianuro, eso espero.
Solo eres dulce manojito de vientos que a veces tiembla y otras arde sin demasiadas catástrofes, aunque sea que te hayas metido en algunas guerras y muchos frentes…
No tengas prisa, llegarán las oscuras golondrinas a tu balcón y te dejarán la belleza de los árboles después de llevarse tu lágrima impotente.
Tú conoces la música y en ella incrustas tus propias melodías,  sabrás entonces prender corcheas de la lágrima alojada en tu garganta , esa que te embarga, y eso es jugar con ventaja, al menos no conoces con exactitud los blues tristes de los cipreses.
Espero que al menos si estás envuelta en esas gotas, le añadas la elegancia positiva de un acorde abandonado de otros tiempos y la rocíes de magia.
Acaso sea cierto que no hay sed suficiente para beberse las cenizas de todos los imperios conquistados, porque aún arden y arderán otros sin olvidar los que pasaron.
En las manos cetrinas se pintan los colores aún desde el fondo último de las cosas, para escalar tu tejado y desde allí soltar la plegaria y no sentir la espera exacta de la huida.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Traspaso

Sigo aquí.
 Luchando contra molinos de viento y por no hacerme más pequeña en espacios tan inmensos. Resisto blandiendo el hueso y curándome las heridas, sola, en medio de un desierto sin oídos ni ojos, ciego y sordo.
Y yo, agitando las manos, los labios, la garganta de gritos inservibles, como un grito rodado que va perdiendo fuerza ya incomprensible que brilla desgastado de tanto batallarlo.
¡Y tú no me ves! No sabes leer en mis labios ni tus ojos me mandan miradas con todas las órdenes del cielo, pasas por mi lado y me traspasas como si entraras por la puerta de mis ojos,  una puerta abierta hacia lugares donde solo soy un mero espectador. He sentido el aire con una corriente de puertas abiertas en alguna parte, una voz desde lo más lejano, voz  de otros tiempos y aun así he despertado de mi letargo agarrándome a lo cierto, centro mi mirada larga y … en un estado gaseoso …
¡No me digas que fue un sueño!
 Los sueños siempre dejan algo que permiten seguir siendo.

 


lunes, 23 de septiembre de 2013

El día que te salven... que no sea tarde.





Se enfriaron tus manos cálidas

que tibias un día sonaron en tu guitarra

como si fueran pinceles desgarrando

 los lienzos de la mañana…

ya no te disfrazas de duende alegre

y has perdido la sonrisa preciosa

que te adornaba,

se fugaron tus besos, tu simpatía,

 tus silencios llenos de tolerancia,

 el calor de cariño que en tus ojos dormitaba,

y un día cualquiera, se rompió el alba.

¿Quién eres ahora’?

No eres la chica alegre y dulce

que se escondía entre los toboganes

de la nostalgia…

que disfrutaba con la compañía

de los que te amparaban.

Llueve en tus ojos secos, sin lágrimas

como si de nada de tu antiguo entorno

te acordaras o te importara.

Cómo es posible que dejes pasar el tiempo

 asesinando remedios.

Se va, se va el tiempo con cada sístole

con cada golpe de ternura desmelenada

como se va la vida en los recodos de los días.

 No sé reconocerte … ¿Cómo lo haré?

Intento recobrarte y no encuentro más que humo

y precipicios sin fondo que amenazan el aire

y los intentos, se hacen interminables

vistiéndose de esperas no aptas

para el concilio de las verdades

que enturbian el paraíso perdido de los recuerdos.

Pareciera que la ceguera no deja que tus lindos ojos

puedan mirar los gestos, los espacios, los caminos que se pierden.

Y ya no reconozco el canto, ni sé, ni me dejas,
 ni puedo, desclasificar el duelo …
solo cansancio…Lo siento.
 llueven tristezas en el océano
 de tanto inventar intentos,  y no despiertas...

El día que te salven … que no sea tarde.