Quise morir en tus labios,
saborear tu risa casi mía,
y apenas en un abrir de labios…
ahora desrío la vida entera,
sentí el latido de mi beso,
escurrirse entre mis dedos
y mis dedos fueron un reguero
de besos llenos
y me dediqué a contar
a todos ellos…
después de muertos
tus labios fueron,
esa inyección letal
matando un sueño.
Mientras besabas,
podría valer que me mintieras,
y yo acudía en aquél beso
al esperpéntico espectáculo
de desamarnos en silencio,
y entonces renuncié
al paraíso que soñamos
sin haber sido estrenado,
se alzó un muro indeleble
y el todo se quedó solo…
¿dónde se guarda el deseo?
Donde se funden las alas de cera,
al calor del anhelo,
quemando el disfraz de la fortaleza.
Gaviota tus poemas me llevan de calle, donde andarás, sobre qué cielos, sobre qué aires......................
ResponderEliminarSiempre en tu blog.
yo.
Besos frescos de aire.